Los afectados

Los créditos hipotecarios comerciales de buena calidad están sufriendo la falta de liquidez que trajo la crisis subprime. Del mismo modo, los bonos a tasa fija, un medio de financiamiento que habitualmente utilizan los municipios y los estudiantes para costear sus gastos, no han logrado en las últimas subastas encontrar suficientes inversores interesados. También las tarjetas de crédito se ven afectadas. Y las empresas en quiebra no logran salir de esa situación, porque nadie quiere financiar la reestructuración de deudas.

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