Los acreedores presionan a las privatizadas por la deuda

Las empresas de servicios públicos tuvieron que enfrentar la difícil situación de mantener las tarifas congeladas mientras la mayor parte de sus deudas permaneció nominada en dólares. Por eso, muchas cayeron en default. Durante 2002, el argumento de los directores financieros de estas empresas era que no podían hacer una propuesta de reestructuración aceptable para los inversores si antes no conocían cuál sería el nuevo esquema tarifario. Sin embargo, la renegociación de los contratos se demoró y la paciencia de los acreedores también se acabó. La presión de los tenedores comenzó a sentirse especialmente a comienzos de este año junto con las mejores perspectivas sobre el futuro económico del país. Es el caso de Metrogas, que por la presión de los acreedores tuvo que acelerar la propuesta. Ayer lanzó una oferta que contempla dos opciones para los acreedores. La primera es una recompra en efectivo al 50% del valor nominal. La segunda es un bono a la par, con vencimiento dentro de nueve años y una tasa escalonada, que va de 3 a 6%. Los intereses devengados se capitalizan con una quita. (Pág. 20)



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