Litio, el metal ligero que promete

La Argentina concentra en las provincias de Catamarca, Jujuy y Salta el 20% de la reserva mundial de este commodity y, junto con Australia y Chile, es el principal extractor y productor de este mineral. Qué oportunidades ofrece.

Aunque muchas personas todavía no lo sepan, el litio se encuentra presente en gran parte de las baterías que utilizan los distintos dispositivos electrónicos que se usan de modo cotidiano. De hecho, este mineral se torna un componente fundamental para el almacenamiento de energía en la tablets, notebooks y teléfonos celulares, lo que hace que dicho mercado sea un negocio atractivo a nivel mundial.

El litio se obtiene a partir de la evaporación y purificación de la salmuera, un líquido que es bombeado a través de perforaciones en diferentes salares y es el insumo principal de las baterías recargables, no solo de artefactos electrónicos, sino, también, de autos eléctricos. Las propiedades del mineral hacen que las baterías sean más livianas, con mayor resistencia a las descargas eléctricas, capaces de alcanzar voltajes altos y, por sobre todo, contribuyen a reducir la huella de carbono.

En la actualidad, la Argentina concentra en las provincias de Catamarca, Jujuy y Salta el 20% de la reserva mundial del litio y, junto con Australia y Chile, es el principal extractor y productor de este mineral.

En esta línea, un reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) señala que la Argentina produjo en 2015 unas 3.800 toneladas métricas (Tnm) de litio, lo que representa un aumento del 18,7% con respecto al año anterior y posiciona al país como tercer productor mundial de este commodity.

Para tener cierta referencia, el primer lugar en el podio lo ocupa Australia, con 13.400 Tnm; y el segundo puesto Chile, con 11.700 Tnm.

Una oportunidad que resulta ineludible

La realidad del mercado argentino muestra que, hoy en día, el litio se exporta como materia prima a las grandes plantas de refinería y manufacturación de baterías ubicadas en los Estados Unidos y en China. Si bien existen algunas iniciativas para generar valor agregado, todavía no habría compañías nacionales que produzcan baterías.

Uno de los proyectos que parecen más prometedores lo lidera la empresa estatal Y-TEC, resultado de una alianza formada por YPF y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que se propone transferir la tecnología para generar materiales activos a partir del carbonato de litio -que actualmente se exporta- para, finalmente, poder elaborar baterías nacionales para autos híbridos y artefactos tecnológicos a principios de 2018.

Esta iniciativa podría ser un punto de inflexión importante para la industria local debido a la amplia diferencia de precios que conlleva agregar valor a esta materia prima: una tonelada de carbonato de litio cuesta alrededor de u$s 6.000, mientras que el valor de una batería de auto asciende a los u$s 10.000 y alcanza los u$s 20.000.

Todo a su tiempo

Sin embargo, este objetivo podría llevar un poco más de tiempo. Alejandro Cometto, gerente General de Sol.Ar, una ensambladora de celdas de litio ubicada dentro del parque industrial de la ciudad de Catamarca, cuenta que son pocas las compañías que tienen la tecnología para llevar al litio a un estado de purificación necesario para fabricar las baterías. "Son solamente cuatro empresas a nivel mundial que tienen esta tecnología de punta y resulta difícil ser competitivos", explica Cometto.

Por este motivo, muchas compañías de origen extranjero se encuentran llevando a cabo una lucha para poder establecerse en el norte argentino y explotar este recurso.
Entre ellas, está la gigante surcoreana Posco, que ya puso sobre la mesa una propuesta al Gobierno para extraer 40.000 toneladas de litio en Salta en los próximos diez años. Según el Ministerio de Energía, las reservas argentinas tienen un potencial de 128.000 toneladas del mineral que quedan aún sin explotar.
Santiago Lilo

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