Lecciones de logística a la hora del almuerzo

El sistema de reparto de comida que se utiliza en grandes ciudades indias ya se convirtió en un caso de estudio de grandes escuelas de negocio. Y no es raro que gerentes de logística de todo el mundo viajen a este país para estudiar de cerca el fenómeno.

Cuando los alumnos de cursos para ejecutivos viajan a la India a hacer trabajos de campo, normalmente se dirigen a las oficinas centrales de las grandes empresas ubicadas en ciudades como Bangalore, para observar el funcionamiento del sector de alta tecnología del país. No caminan por las calles de Bombay, no siguen a los singulares repartidores de almuerzos que hacen la entrega de latas de curry, arroz y chapattis, que son una especie de tortilla.

Sin embargo, eso fue lo que hizo un grupo de financistas como parte de un programa de educación ejecutiva diseñado por Duke Corporate Education. Y Duke CE no es la única institución interesada en el trabajo de estas personas que se dedican repartir almuerzos.

Existen papers sobre la eficiencia de estos repartidores elaborados por instituciones como la Universidad Nacional de Singapur y el Instituto Nacional de Ingeniería Industrial de Bombay. Asimismo, en 2004 la Escuela de Negocios de Harvard se animó a publicar un estudio sobre este particular sistema.

Los dabbawallas, como se los conoce, forman parte de una fuerza laboral de 5.000 personas que todos los días reparten en total decenas de miles de latas de comida por toda la ciudad. Esposas, hermanas y mucamas cocinan el contenido. Mediante un sistema de relevos, donde cada plato de comida cambia de manos varias veces, es posible que los recipientes lleguen a la persona correcta en horas del mediodía.

El proceso completo se completa en cuestión de horas. En un ejemplo inusual de logística inversa, las latas vacías son recolectadas después del almuerzo y, usando el mismo sistema, regresan al hogar de las amas de casa para que vuelvan a llenarlas con alimentos el día siguiente.

Los repartidores, vestidos con kurtas blancas, entregan las dabbas, que son recipientes cilíndricos de metal y que en su interior contienen tres platos de aluminio o acero inoxidable. Para su transporte cuentan con medios y equipos rudimentarios. No emplean bases de datos, software ni lectoras de códigos de barra. En vez de camiones o aviones, dependen de sus pies, cabezas, bicicletas, carretillas, mochilas y los compartimentos para equipaje que possen los trenes que componen la extensa red ferroviaria suburbana de Bombay.

Una vez que retiraron las latas vacías del domicilio u oficina de sus clientes, los dabbawallas se dirigen a la estación de ferrocarril, donde clasifican su carga de acuerdo a su destino y las ubican en los compartimentos para equipaje de los trenes. Un sistema codificado de números y signos pintados en la parte superior de cada recipiente la dirige hacia la oficina, escuela u edificio gubernamental correcto. Son pocos los dabbawallas que han recibido educación. Muchos son analfabetos. Y sin embargo, todos los días entregan más de 170.000 comidas individuales prácticamente sin equivocarse nunca.

Tecnología humana

“Nuestra computadora es nuestra cabeza y la gorra es lo que la protege del sol o la lluvia , señaló Raghunath Medge, director de Nutan Mumbai Tiffin Box Suppliers Charity Trust, la asociación que rige a los dabbawallas. En su bolsillo lleva la tarjeta comercial que le entregó el famoso estratega CK Prahalad, profesor de estrategia corporativa de la Escuela de Negocios Ross, un fanático de los dabbawallas.

Este enfoque poco tecnológico aplicado a un sistema extremadamente complejo y exacto fascina a los académicos. Medge recibe invitaciones de todas las escuelas de negocios de India y del exterior para hablar sobre el enfoque que aplica su organización en cuanto a la gestión de la cadena de abastecimiento. Si bien no habla inglés, suele disertar en eventos de lo más variados y ha hecho presentaciones en instituciones, como la Confederación de Industrias Indias.

Además de los papers académicos, los ejecutivos de empresas y alumnos de posgrados pueden aprender sobre este extraordinario sistema de reparto de almuerzos de Bombay ubicándose frente a una pantalla. La película Dabbawallas, de Paul Goodman, director del Instituto de Desarrollo Estratégico de la Universidad Carnegie Mellon, se proyecta en escuelas de negocios y se vende para su uso en programas de capacitación a ejecutivos. Asegura que la razón por la que estos trabajadores atraen la atención del mundo corporativo es porque su sistema demuestra muy claramente el hecho de que la tecnología no es el único ingrediente necesario para obtener operaciones de logística eficientes. “Esta gente lo hace con lo que yo denomino ingenuidad humana y social , dijo. “Y es por eso que resuena, porque los gerentes inteligentes saben que la tecnología sólo forma parte de la solución a los complejos problemas de la cadena de abastecimiento.

Otra característica del sistema que deja enseñanzas al mundo corporativo es que depende del trabajo en equipo; cada dabbawalla actúa como un eslabón vital de la cadena, algo que percibió Hindustan Lever, compañía de productos de consumo masivo que forma parte de Unilever. Todos los años, envía a un grupo de gerentes una semana a Bombay para que sigan de cerca a estos repartidores de almuerzos,

Traducción: Mariana I. Oriolo

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