Las urnas se llenan cada vez menos

La tendencia a no votar creció exponencialmente en estos veinte años de recuperada democracia. De un inicial 14 por ciento de ausentismo en las presidenciales de 1983, se llegó a un promedio de 31,9% en la aún inconclusa ronda de comicios provinciales de 2003. El fenómeno también es notorio cuando está en juego la elección de los Jefes de Estado: el 27 de abril pasado, 22,4% decidió directamente evitar las urnas.

El nivel de ausentismo de 2003 supondrá un crecimiento de 121,5% desde la recuperación democrática, según un análisis nacional y comparado de Artemio López sobre participación electoral y crisis de representación, a dos décadas de la restauración de las instituciones.



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