Las tecnológicas ahora sólo esperan a las familias

Después de la devaluación, las compañías tecnológicas, aturdidas por la caída del 80% en sus ventas, salieron a buscar a los mercados verticales exportadores, especialmente los productores agrícolas, que llevaban varios años de retraso informático. Eso les permitió sobrevivir, probar nuevos caminos y mantenerse en movimiento en un momento en el que todas sus actividades anteriores estaban paralizadas. Ese sendero ya está agotado, según ya empezaron a reconocer algunos ejecutivos del sector: lo que se les podía vender al campo y a las petroleras ya ha sido vendido. Sólo queda que la recuperación del consumo doméstico experimentada en los últimos meses se consolide definitivamente. La venta de computadoras, indicador maestro del sector, cayó de 1 millón en 2001 a algo más de 200.000 el año pasado. Este año rondarán las 430.000, cifra alentadora pero todavía lejana a los niveles de la convertibilidad. La variable clave en este camino será el salario real. Sin una suba en los ingresos de las familias (o una poco probable baja del dólar), la recuperación no se consolidará. (Pág. 17)



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