Las diez conclusiones de la semana

Por Ari Paluch. Periodista.

1 Tanto las cuestiones vinculadas con el corte perpetuo del puente internacional General San Martín que nos separa de Uruguay, como la salida del país de peligrosos barras bravas, no hacen más que demostrar el fracaso de la justicia en la Argentina, donde una vez más, y a diferencia de los países mas respetados, las conveniencias políticas están por encima de las normas.

Más allá de los cuestionamientos que puedan recaer sobre jueces y fiscales, es indudable que estos, en general en los últimos años por temor o por contagio, dejaron de lado la acción correspondiente para adaptarse a un tiempo político, donde la impronta pasó más por dejar hacer la transgresión que por hacerla cesar y detener a quien la lleva adelante.

2La presidente señaló que no hay condenados en el país por los cortes que sistemáticamente tiene lugar desde hace años en gran parte de la nación. En realidad, condenados hay y son los millones de argentinos que vienen soportando estoicamente piquetes, demoras y obstrucciones que en algunos casos son una condena casi perpetua.

3Después de la maravillosa demostración de civilidad que diera el pueblo argentino en ocasión del Bicentenario, volvimos a las andadas con episodios propios del país de la crispación. Las agresiones sufridas por Alfredo De ngelis y Eduardo Buzzi, los episodios de robo de computadoras con información calificada en oficinas del Indec, la confirmación por planilla de que barrabravas aparecen como personal de ese instituto y las amenazas que el juez Oyarbide admitió haber recibido no son más que una apretada síntesis semanal del país que la inmensa mayoría de quienes aquí vivimos ya no queremos.

4Debe destacarse como algo meritorio, que nos devuelve aunque más no sea mínimamente al país que soñamos hace una semana, el respeto y tolerancia con el que en el Senado (al menos por ahora) se trata el controvertido tema del matrimonio entre personas del mismo sexo. Independientemente de lo que cada uno opine, es destacable que las personas de distintos ámbitos puedan ofrecer sus puntos de vista en un marco carente de descalificaciones y agravios.

5 Sería bueno replicar esta atmósfera en la televisión abierta argentina donde esta semana se cruzaron todas las fronteras con imputaciones difamantes sobre la privacidad de un ex presidente del Banco Central de la República al que se califico directamente de puto en una agresión basada por sobre todas las cosas en cuestiones mas vinculadas con la política que con cualquier otro menester.

6La negación volvió a ser la ilusión de la semana. Distintos protagonistas intentaron desmentir lo indesmentible con argumentos más teñidos de sobreactuación y actitud impostada que de fundamento o credibilidad alguna. Es así como Maradona, Bilardo y Grondona nunca colaboraron o se valieron de hinchas violentos y es así como todas las consultoras privadas dicen inexactitudes al revolear cifras de inflación a diferencia del Indec que es fuente de consulta en el mundo por su comprobada credibilidad.

7Como todos los años, pero cada vez más prematuramente, comienzan las penurias con el gas, y este año, con el agravante que a excepción de un par de días, al menos en Capital y Gran Buenos Aires, no se registraron temperaturas gélidas. Industrias que empezaban a revivir al ritmo de la reactivación ven sus suministros interrumpidos o restringidos, los más humildes padecen la ausencia de la tan buscada “garrafa social y automovilistas de todo el país piden al cielo que el GNC no empiece a evaporarse. Como todos los años no faltará la declaración de Julio De Vido en la que dirá que la situación es absolutamente normal.

8Otra novela que empieza a cansar es la de Mauricio Macri y Francisco de Narváez, los nuevos Pimpinela, quienes van y viene en una relación que pasa de la ruptura total y la indiferencia a la forzada intención de mostrarse razonables, no hacer el juego al gobierno y mostrar cierta posibilidad de recomposición, la que a la luz de sus egos aparece muy poco espontánea.

9 La elección de Colombia y el fracaso de los encuestadores que hablaban de probable empate técnico, en una contienda donde Santos ganó por 25 puntos, puede ser una maravillosa advertencia para encargados de sondear al elector en nuestro país, donde algunos encuestadores parecen olvidar sus propios fracasos y vuelven a tirar números con absoluto desparpajo. El mismo con el que después otros hacen ensayos y teorías del país futuro.

10 La conclusión final, y como anticipo de las próximas columnas que vendrán de Sudáfrica, tiene que ver con el sueño mundialista de todos nosotros. Se percibe la sensación mixta de decepción y esperanza. Decepción por la perfomance del equipo en las eliminatorias. Decepción por algunas convocatorias que la mayoría no hubiera hecho. Y decepción por episodios poco alentadores de conflictos entre el DT y el presidente de la AFA, entre Bilardo y el cuerpo técnico y siguen las firmas. Pero a la vez, hay una enorme esperanza que alimentan individualidades extraordinarias, una historia riquísima y un Maradona que no conoce otra cosa en su vida que situaciones extremas, que tranquilamente en esta ocasión podrían traducirse en una nueva hazaña. En definitiva, se hizo muy poco de lo que los libros piden, pero también es cierto que en 1986 y 1990 Maradona y Bilardo a fuerza de milagros prendieron fuego varias bibliotecas.

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