La venta minorista online no despega

Comprar en tiendas minoristas a través de Internet ya es un hábito en algunos países asiáticos. En América latina, sin embargo, la tendencia es incipiente y se ven los primeros esfuerzos por aprovecharla.

Para comprar no hay que ser experto. Sin embargo, aún cuesta encontrar en América un país en el que el comercio minorista a través de Internet esté consolidado. Para tener una idea de la influencia de la presencia que el e-commerce pueda tener basta conocer las siguientes cifras de influencia en diversos países. Tomar a Corea del Sur sería un buen comienzo dado su desarrollo y penetración de lo digital. Según Kantar Wordpanel, se trata del país con mayor registro en cuanto a ventas online de la canasta del e-commerce (16,6%). La situación de su "hermano mayor", China, fue fructífera el último año. Con una canasta de compra en línea de un 4,2%, se consolidó como uno de los países con un crecimiento en el último año con un 47%. En ambos, el mercado a través de teléfonos crece a una tasa aún superior. Ahora ¿qué sucede con Estados Unidos? Lejos de superar las expectativas que despertaría, las cifras marcan el 1,4% de la canasta.
Capítulo aparte, América latina. La Argentina tiene una participación de la canasta de compra online del 1%. Se trata de una cifra que, si se la compara con países como Francia (5,3%) o Reino Unido (6,9%), es baja. Sin embargo, si se la contrasta con el crecimiento de América latina en adopción de este canal (apenas un 0,2%), las expectativas aumentan.
La oportunidad que tiene la Argentina para para explotar esta modalidad es una de las mejores de Latinoamérica. Basta echar un vistazo al alcance de Brasil y México de un escaso 0,1%. Según Luis Alfredo Rodríguez, ejecutivo de Shopper & Retail de Kantar Worldpanel, "los principales beneficios percibidos por los usuarios argentinos tienen que ver con la practicidad y ahorro de tiempo" y ejemplificó que en el país se prefiere "que traigan el pedido a mi casa" y "evitar filas" como las respuestas más populares, mientras que "me gusta ver el producto antes de comprarlo" es una de las barreras.
Sonia Bueno, CEO de Kantar Worldpanel en Latinoamérica, proyecta que, para 2025, en la Argentina "el canal representará el 3% del mercado". Para el director Global de Shopper y Retail, Stéphane Roger, "la venta de la canasta a través de e-commerce, a pesar de ser pequeña, con solo uno de cada cuatro hogares comprando en línea, está creciendo rápidamente".Primeras experienciasConocer al consumidor es el primer paso. En supermercados, por caso, la app móvil Mercadoni salió en busca de esa porción creciente de argentinos que compra online. Según su cofundador, Nicolás Fernández Talice, los costos del servicio oscilan entre $ 20 y $ 40 con una primera entrega gratuita. "El cliente paga los productos a sus precios originales y el cargo del domicilio, que se calcula según la distancia, el número de productos comprados y el transporte utilizado para movilizar lo adquirido", asegura Fernández Talice y agrega que "esta app mantiene actualizados sus precios con los de la góndola y las promociones de cada supermercado".
De acuerdo con la experiencia de la empresa en el país, las bebidas como aguas, gaseosas y jugos, seguidas por los artículos de almacén -como aceites, azúcar, leche y huevos- son los principales artículos solicitados. La empresa que brinda servicio de compra personalizada en los supermercados capacita pilotos o shoppers a través de un "entrenamiento teórico y práctico donde se les enseña cómo se hace la selección de productos".
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