La soja

Además de la pesificación de los costos y las deudas y los ingresos en dólares que supuso la producción agropecuaria tras la devaluación, la clave del boom de las tierras la tiene la soja. No sólo se trata del cultivo extensivo que requiere menor inversión, sino también del que logró mejores precios internacionales, debido a las malas condiciones climáticas en Estados Unidos, que disminuyeron su producción en las últimas dos campañas.

Y varios factores indican que la soja seguirá tentando a los productores, ya que sigue arriba de su barrera psicológica de $ 600 pesos por tonelada. Desde julio, el valor creció 35% y ayer cerró a $ 630, contra los $ 255 del maíz duro, los $ 374 del trigo pan, y los

$ 560 del girasol.

Si bien los analistas estiman que el precio se va a amesetar, las cotizaciones a futuro de la oleaginosa a mediados del mes pasado elevaron sus márgenes brutos esperados. Según un informe realizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), para un planteo de soja de primera en siembra directa, con rendimientos de 34 quintales por hectárea, el margen bruto es de 368 dólares, un 25% más que en el último trimestre de 2002 y un 40% superior al del mismo período de 2001.



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