LOS EJECUTIVOS MANTIENEN SU VOCACIÓN DE HACER NEGOCIOS

La nueva IDEA-empresa: seducir a Néstor Kirchner

“Si el Gobierno no viene a nosotros, nosotros iremos al Gobierno . La frase parece hoy la guía de los empresarios de IDEA, que luego de varios intentos notaron que el presidente Néstor Kirchner no estaba dispuesto a cambiar ni de discurso ni de programa económico, y que si seguían reclamando y añorando épocas más prósperas iban a dejar a Techint cómo único interlocutor del Gobierno.

Un ejemplo de ello es que en el Coloquio de Mar del Plata no se habló de tarifas ni de la renegociación de la deuda, dos temas calientes en la agenda de la política económica.

Por si esto fuera poco, hubo otros gestos que mostraron claramente que hoy los empresarios no están dispuestos a confrontar con el Gobierno.

Kirchner es el presidente adecuado para realizar la transformación que necesita el país“, dijo, Luis Pagani, presidente de la multisectorial Asociación Empresaria Argentina (AEA), a pesar de haber sido el mismo Kirchner el único candidato presidencial que rechazó el convite a los almuerzos de AEA.

Alfredo Coto fue un paso más allá. El supermercadista, con un discurso simple pero pragmático, aseguró que “los empresarios tenemos que entender que debemos hacer negocios y que con Kirchner se puede hacer negocios. No debemos seguir el debate sobre si el presidente nos quiere o no, porque nos vamos a perjudicar“, resumió.

Las muestras de acercamiento habían comenzado cuando el ministro de Economía, Roberto Lavagna, almorzó y dio un discurso en la sede de AEA.

Que Lavagna haya venido nos da la esperanza de que al Gobierno le interesa tener relación con los empresarios“, dijo entonces una fuente de la Asociación. Luego AEA fue recibida por el propio Néstor Kirchner.

Completando el círculo gestual, en el cierre del Coloquio marplatense Lavagna apareció para marcar con un discurso medular que, a su criterio, “el futuro del país debe estar ligado a la combinación del uso extensivo de recursos naturales y del uso intensivo de recursos humanos y, casi como reflexión pedagógica, denunciar con lógica cartesiana la incoherencia de sedicentes liberales a favor de soluciones “compulsivas y demandantes de virtud fiscal que protagonizaron “los déficit permanentes que generaron el festival de bonos que el país ha heredado .

“Los que según dicen somos heterodoxos, en cambio, hemos preferido confiar en la autoorganización de la sociedad y proteger en todo lo posible el funcionamiento de los mercados , completó el ministro, reclamando el sayo de liberal “en serio , como el país que pregona Kirchner.

En todo caso, los discursos van y vienen, y los intereses quedan. Por eso, la preocupación de los empresarios congregados en Mar del Plata era superar la divisoria de aguas entre, de un lado, Techint, que además de coincidir con el discurso oficial es, en la práctica, el representante de la UIA, aunque en los papeles la presidencia de la entidad esté en manos de Alberto lvarez Gaiani, y del otro IDEA y AEA, que aunque cuentan con Techint en sus filas, también tienen como asociadas a las privatizadas, sinónimo del impopular reclamo tarifario.

Mientras Kirchner fustigaba a los empresarios y éstos mascullaban recelos, la multinacional argentina del acero creó el Grupo Industriales, cuyos seminarios estuvieron (como el contemporáneo de Rosario, virtual mojada de oreja al Coloquio) colmados de ministros y secretarios de Estado. Las privatizadas corrían el riesgo de seguir reclamando en oídos sordos. Pruebas al canto: al Precoloquio de IDEA en Bariloche no asistió ningún miembro del Gabinete.

Con ese trasfondo, y ante el avance de Techint, IDEA fue al grano. Miguel Kiguel, ex secretario de Finanzas del Gobierno de Menem, y presidente del Coloquio, resumió en el discurso de apertura que “los empresarios debemos escuchar los reclamos de la sociedad , haciéndole eco a la constante prédica kirchnerista.

Así, por el Coloquio no pasaron sólo empresarios. También estuvieron el ministro de Educación, Daniel Filmus, muy aplaudido; el de Trabajo, Carlos Tomada, y además hubo un panel de intelectuales. Kirchner correspondió el gesto enviando a Mar del Plata a dos espadas mayores: Lavagna y el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Aun así hubo asperezas. Menos sutil que Lavagna, Tomada criticó con nombre y apellido (como lo había hecho en Rosario) a los economistas neoliberales. La cúpula de IDEA y otros pocos empresarios escucharon con atención hasta el final, mientras el resto criticaba en voz baja al ministro. Así, se marcó otra divisoria, esta vez interna: quiénes están en la cocina de la seducción presidencial y quiénes aún no asumieron que no sólo se pueden hacer negocios con Carlos Saúl Menem.



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