La estrella de la web debe ser observada con atención

Google es una compañía innovadora que ha beneficiado mucho a los consumidores con su tecnología para búsquedas gratuitas en la web. Y ella, por su parte, se ha convertido en una empresa altamente rentable, con una fuerte participación de mercado.

En consecuencia, es muy importante para muchas compañías —particularmente las pequeñas y medianas empresas— en qué orden aparecen en las listas de búsqueda de Google. Y no tienen manera de saber cómo funciona la tecnología que se aplica, porque la compañía quiere proteger su ventaja competitiva.

El resultado de esto es que Google está cada vez más en la mira de los entes reguladores, y la Comisión Europea ya está haciendo investigaciones informales en el mercado de búsquedas. Por el momento no hay evidencia de que la empresa estadounidense esté abusando de su posición de poder en el mercado, pero podría hacerlo.

Como ha informado el Financial Times, Google enfrenta controversias en dos áreas. La primera es “la neutralidad de las búsquedas , que propone que los reguladores deberían supervisar los algoritmos de la compañía o establecer reglas claras que aseguren que los buscadores no aparecen sistemáticamente sesgados por razones editoriales o comerciales.

Esta es una idea innecesaria y poco práctica. Como señaló Marissa Mayer, titular de Búsquedas de Google, es mejor que diferentes buscadores compitan vigorosamente unos con otros para producir los mejores resultados, y los más relevantes. Google puede ser muy exitosa en el segmento de las búsquedas, pero la competencia está sólo a un click gratuito de distancia.

El segundo tema que causa preocupación es que Google ofrezca servicios verticales vinculados a las búsquedas. Por ejemplo, que aparezca Google Maps cuando un usuarios busca una dirección, o el servicio de Google con datos que permiten hacer comparaciones cuando se hacen compras cuando alguien busca una cámara. Esto afecta a los proveedores rivales en los sectores de e-commerce y viajes.

Barry Diller, presidente de Expedia e InterActiveCorp, protestó por la adquisición de la firma ITA Software por parte de Google, por u$s 700 millones, señalando que esto le daría a Google una ventaja desleal en el despliegue de información sobre vuelos. Diller quiere que la operación sea cuidadosamente analizada por los reguladores, y que se impongan condiciones.

La defensa de Google es que está tratando de brindar a los usuarios la información más útil posible. Pero el potencial de abuso monopólico a través de la vinculación de los servicios verticales con las búsquedas es claramente preocupante. Los reguladores europeos y estadounidenses deberían usar la operación de ITA para examinar ampliamente la cuestión.

Sería una equivocación que los reguladores maniataran a Google simplemente porque sus servicios son superiores a los de sus rivales, pero debe ser vigilada con atención. Aunque no está siendo obviamente dañina, es una compañía tecnológica tan poderosa que podría descarriarse.

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