LA DECISIÓN DE RECOMPRAR BONOS EUROPEOS LE QUITAR A AÚN M S CREDIBILIDAD

La crisis de confianza en el euro ya pone en peligro la estabilidad de la moneda

El euro cayó más de 4% la semana pasada y ya cotiza a su nivel más bajo en los últimos 18 meses. La emisión por parte del Banco Central Europeo sólo empeoraría las cosas

Tras la primera gran crisis del euro vivida en estas últimas semanas y luego de lanzar el megapaquete de rescate financiero de 750.000 millones de euros (u$s 926.000 millones), la Unión Europea se enfrenta a otra semana cargada de volatilidad e incertidumbre sobre la solidez de la moneda común. Al final de la semana pasada, quedó claro para todos que el megarescate y los planes de ajuste anunciados por Grecia, España y Portugal no iban a alcanzar para calmar las aguas turbulentas de los mercados, hoy más pendientes de si el gobierno griego logra cancelar su vencimiento de deuda de esta semana y hasta dónde puede caer el euro.

De a poco, crece el consenso entre los analistas sobre el impacto del paquete anunciado en la madrugada del lunes 10 de mayo para apuntalar a los países más afectados por sus niveles de déficit fiscal y endeudamiento. Y un aspecto que se va comentando cada vez más es el potencial efecto inflacionario de la emisión monetaria que deberá realizar el Banco Central Europeo (BCE) para rescatar a los bonos griegos y de otros países. En un cambio radical de su política, el organismo decidió aceptar estos títulos públicos desvalorizados como garantía de los préstamos que otorga a los grandes bancos privados europeos, principales tenedores de estos activos. Al mejor estilo de la Reserva Federal y su emisión masiva de dinero, el BCE decidió dar un giro de 180 grados en su política rompiendo un dogma hasta ahora sacrosanto del organismo a riesgo de debilitar al euro como moneda de referencia mundial y de generar mayores presiones inflacionarias. La semana pasada, se compraron unos 18.000 millones de euros (u$s 22.500 millones) en bonos, según estimaciones de ING. Y el euro se desmoronó a su nivel más bajo desde la quiebra de Lehman, al cotizar por debajo de u$s 1,24 por primera vez desde 2008.

Por supuesto, Jean-Claude Trichet, presidente del banco, se defendió. “No hemos modificado nuestra política monetaria. Toda la liquidez que inyectemos a través de estas intervenciones será retirada del mercado. No estamos imprimiendo dinero , afirmó. Sin embargo, en una confesión implícita de que esta política va para largo, Jürgen Stark, ex vicepresidente del Bundesbank y actual consejero del organismo europeo, también afirmó en estos últimos días que “el BCE va a mantener estos bonos hasta su vencimiento , señal de que las inyecciones de dinero van a durar por mucho tiempo.

Para los analistas más opuestos a este cambio de política por parte del BCE, el riesgo que corre la estabilidad (y credibilidad) del euro es muy grande. Para el economista alemán Joachim Starbatty, “si un banco central compra bonos que las agencias calificadoras internacionales declararon como basura, entonces no debería sorprender que los euros que emita también sean rápidamente considerados como basura . El especialista explicó además que “el BCE está premiando a los especuladores que apuestan a que suba la inflación .

Si bien ésta es una postura extrema, al igual que la del economista Pierre Leconte (ver recuadro), la realidad indica que en la última semana, los inversores intentaron por todos los medios mantenerse alejados de cualquier cosa que se pareciera a un euro o de los valores que cotizaran en la moneda común.

En un escenario que recuerda mucho a la psicosis de octubre de 2008 cuando el banco Lehman Brothers colapsó y corrían los rumores más temerarios, quienes operaron en la Bolsa de Madrid durante la semana pasada tuvieron que soportar la extrema volatilidad de tener la mayor suba de la historia (14,4% el lunes 10) y una caída de más del 6% el viernes 14, como para templar los espíritus o hacer una “selección darwiniana de aquellos inversores más resistentes al infarto.

El euro también promete mucha volatilidad frente a una situación macroeconómica que no lo favorece: del total de los 16 países que forman la zona euro, sólo 3 cumplen con los criterios de Maastricht de déficit fiscal menor al 3% del PIB y de deuda inferior al 60% del producto. ¿Cómo se sale de este embrollo? Para el BCE, la solución de emergencia pasa por los planes de ajuste anunciados y por la emisión de dinero para recomprar deuda y luego, la esterilización de esa mayor oferta monetaria. Pero el riesgo de sacrificar la estabilidad del euro como precio a pagar por el plan de rescate es muy alta y es la apuesta que van a hacer los especuladores en las próximas semanas. El nivel de estallido social que puede darse en aquellos países que anunciaron planes de ajuste y sus posibles salidas de la zona euro serán las variables que marquen si la moneda común resiste el presente terremoto financiero.

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