La búsqueda de agua llevó al petróleo

Cuenta la historia oficial que en los primeros años del siglo veinte, Comodoro Rivadavia recién empezaba a ser un pueblo: un grupo de casitas, algún almacén de ramos generales y una fonda para viajantes que se animaban hasta la lejana Patagonia.

Un empresario que pretendía instalar un hotel llevó hasta el lugar, en enero de 1907, una perforadora para buscar uno de los tesoros más preciados: agua. Llegaron a cavar hasta a 400 metros de profundidad, con resultados siempre negativos y cuando las esperanzas parecían agotadas, a 481 metros de profundidad, el 13 de diciembre de 1907, la perforadora Fauck no encontró agua, sino kerosene. El petróleo salía casi refinado.

Algunas versiones del revisionismo histórico, no obstante, sostienen que entonces, no era solamente agua lo que se anhelaba, sino que se estaba buscando hidrocarburos, en el marco de una política de exploración mineralógica del subsuelo nacional.

Casi inmediatamente, el gobierno nacional reservó zonas para su explotación. Sin embargo, la organización en los primeros años fue mínima.



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