La Fed hizo lo suyo pero no alcanzó

Bernanke cedió al pedido del mercado y recortó la tasa en 50 puntos. Pero sobre el final, la rebaja de la calificación de las aseguradoras de bonos arrasó con los precios. Mejora el panorama para Argentina

Ayer, hasta última hora, en los húmedos (lágrimas y transpiración) pasillos de la Bolsa daba vuelta una parábola archiconocida: la del hijo pródigo. En la bíblica historia, uno de los dos hijos de un hombre rico que se había ausentado largo tiempo de su casa, decide vencer orgullo y miedo y regresar, para el beneplácito de su padre que siempre lo había aguardado. Para los mercados, Ben Bernanke siempre ha sido un descarriado vástago, y lo de ayer, el sorprendente nuevo recorte de tasas, podría llegar a transformarse con el correr de los días en el ansiado encuentro. Sólo falta, dicen, que se mantenga la tendencia alcista, previa toma de ganancias.

Porque tal como esperaban los analistas –pero no los inversores–, ayer los gobernadores de la Reserva Federal (Fed) recortaron en 50 puntos básicos la tasa de interés de referencia para dejarla en un nivel de 3%. Esto, a lo que el grueso de observadores se habían adelantado, resultó en línea a lo esperado, dando en el blanco de las expectativas. En el statement, la Fed dejó constancia de que los mercados continúan “estresados y que perdura la profundización en la contracción del sector inmobiliario. Además, señalaron que tienen la esperan que la inflación “se modere en los própximos trimestres pero que será necesario monitorearla.

Además del comunicado, a los inversores les dio por leer entre líneas otra cosa: que el titular de la Fed demostró “que está dispuesto a hacer cualquier cosa y que tiene cintura para hacerlo con tal de no entrar en el terreno pantanoso de la recesión. La semana pasada, en una medida sorpresiva, la Fed había bajado la tasa en 75 puntos, de 4,25% a 3,50%, en un intento por estimular la economía.

Pero en Wall Street, los finales felices están devaluados. Y algo de eso también ocurrió: a media hora del final de la rueda la noticia de que Fitch Ratings había dado lugar a una baja en la calificación crediticia de las principales aseguradoras golpeó la reacción positiva que había desatado la medida de Bernanke.

Estas compañías – que venden pólizas a los inversores que apuestan en bonos y acciones y quieren asegurarse de que recuperarán su capital en caso de que la empresa o el país en el que invirtieron caiga en default– cuyos dos más grandes exponentes son Ambac y MBIA, ya habían sido noticia la semana pasada cuando un pool de bancos estadounidenses señaló que saldría al salvataje. Sin embargo, a eso se sumó otra nada mejor: Standard & Poor’s señaló que reduciría las calificaciones de certificados hipotecarios y que esto afectaría obviamente a los bancos.

El resultado, que pudo ser festivo, fue finalmente contrario: el Dow Jones cerró la jornada con una caída de 0,3% mientras que el S&P 500, que había llegado a recuperar 1,7%, cerró finalmente con un recorte de 0,48%. Por cuestiones horarias, los mercados regionales sólo asistieron a la suba.

Así, pudieron festejar por adelantado: el Bovespa ganó 1,3% y el Merval creció 1,7%.

Pero en su tetris mental, y más allá del recorte de última hora, los analistas dieron cuenta de su sorpresa. Según Francisco Prack, economista jefe de Grupo SBS, “el salto inmediato en las cotizaciones implicó que para los inversores no había la convicción de que la Fed iba a hacer un nuevo recorte de esa magnitud .

Y es que hasta las 17.15 (hora local), las cosas venían mal barajadas para el Dow y otro tanto para el Merval. Temprano, con las primeras luces, se habían conocido los datos del cuarto trimestre del PBI que arrojó un raquítico avance de 0,6%, para consumar la expansión anual más débil en cinco años. “Esto desilusionó al mercado que no esperaba una desaceleración tan importante , señaló Jackie Maubré, de Cohen.

Las consecuencias para los índices fue un tránsito lento (glup!), de pocos negocios, siempre en terreno negativo, hasta el momento donde Bernanke dio a conocer el comunicado. Después vino la alegría. Después, la tristeza.

A nivel local hubo varios papeles que se vieron beneficiados. Pampa Holding, y las centrales Costanera y Puerto tuvieron subas que superaron el 4%, mientras Petrobrás Brasil también cerró por encima de ese nivel. “Las acciones argentinas deberían reaccionar favorablemente, ya que se cuenta con un clima propicio y además esta reacción a la baja de la tasa tranquiliza la situación internacional y permite que aflore el escenario local que es positivo , agregó Maubré.

Para los títulos, la cosa fue menos explosiva. Sólo los cupones lograron brillar hasta 3,48% impulsados por las buenas perspectivas económicas,mientras que títulos más líquidos como el Discount crecieron 0,4%, en pesos y en dólares. Esto derivó en un recorte de 9 puntos en el riesgo país que cerró en 457 puntos.

En la prospectiva, la esperanza de los analistas está concentrada en recuperar la tendencia alcista. “Si bien no hay que esperar que a partir de ahora haya un cambio tajante, al menos existe la perspectiva que el mercado comience a convalidar, de a poco, precios más altos en el mercado accionario , señaló, desde Uruguay, Mariana Diehl, analista de mercados internacionales de Grupo Puente. Mientras tanto, hay quienes fantasean con que este “reencuentro entre Bernanke y los mercados perdure. Nadie dijo que las relaciones humanas son fáciles... mucho menos en las grandes familias.

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