EL NÚMERO DE PL STICOS CAYÓ 28,5%, SÓLO HASTA SEPTIEMBRE

Este año se dieron de baja más de 2 millones de tarjetas de crédito

A fines de 2002, había 6.324.082 tarjetas de crédito. Hoy, quedan 4.016.229. En 2001 superaban los 10 millones. Los emisores privados perdieron más que los públicos

Hace tiempo que los bancos ya no inundan el mercado con plásticos como solían hacerlo. Eran otras épocas, que poco tienen que ver con la cautela que se impuso desde la crisis de iliquidez de fines del 2001 y que se refleja en la constante caída de la cantidad de tarjetas de crédito desde entonces. Según el Banco Central, los plásticos del sistema financiero disminuyeron un 28,5% desde enero hasta setiembre de 2003, un retroceso aún más pronunciado que el registrado en el 2002, que fue del 16%.

A fines del 2002, las tarjetas en circulación eran 8.737.723, mientras que hoy suman 6.341.156. Antes de que estallara la crisis, en diciembre de 2001, llegaron a ser 10.427.941.

A su vez, el número de cuentas también se redujo fuertemente. A diciembre de 2001, las cuentas totales eran 6.959.026, cuando un año después eran 6.172.734, un 6,4% menos. Para setiembre de este año, habían caído hasta 5.335.723, es decir, otro 13,5%. Claro que las cuentas vigentes y habilitadas son aún muchas menos. Se estima que a septiembre de este año alcanzaban 3.542.000.

En el mercado, los expertos explican: “Se sumaron varios factores, la fuerte caída de las ventas, la no reposición de los plásticos y la emisión, que estuvo paralizada hasta mediados de este año aproximadamente. Pero en 2003 las ventas repuntaron casi un 20% y política comercial empezó a cambiar aunque aún no se refleje en los números .



Los públicos se salvan

Si se desagregan los datos y se consideran únicamente las entidades privadas, la caída en la cantidad de plásticos es todavía más drástica. En el 2002, el retroceso alcanza el 23,6%, mientras que en el curso del 2003 fue del 36%, pasando de 6.324.082 a 4.016.229. El cierre de cuentas también es constante. De las 4.845.148 que existían en diciembre de 2001 sólo quedaban 3.400.717 en setiembre de 2003, lo que supone una caída de casi el 30%.

Al tomar en cuenta sólo los 10 primeros bancos privados, resulta llamativa la fuerte disminución en el número de plásticos este año (-38%), con un retroceso de apenas el 1,5% en las cuentas. La estrategia entre los líderes parece haber sido concentrarse en mantener las cuentas, restringiendo la cantidad de tarjetas adicionales.

En lo que respecta a los bancos públicos, los descensos son menos bruscos, reflejando cómo las entidades del Estado se vieron en muchos casos favorecidas durante la crisis de credibilidad. Los plásticos caen sólo 2,6% en 2003 e incluso registran un incremento de casi el 17% en 2002. Las cuentas también crecen, aunque modestamente. A fines de 2001 había 1.238.358, un año más tarde, 1.413.838 y en setiembre de 2003, 1.462.816.



Crece el stock

Las tarjetas son una de las pocas líneas de crédito hoy vigentes. En noviembre, por cuarto mes consecutivo, los préstamos al consumo (personales y tarjetas de crédito) mostraron un crecimiento en su nivel de stock, que fue del orden de los $100 millones, según la Fundación Capital.

Según las cifras del propio Banco Central, en lo que va del año los préstamos con tarjeta de crédito y los adelantos en cuenta corriente son los dos únicos segmentos crediticios que exhiben un crecimiento, de 1,1% en el primer caso y de 7,6% en el segundo.

El stock actual en estos ítem es de $ 2.226 millones para tarjetas y $ 4.247 para adelantos, sobre un total de créditos al sector privado de $ 26.746 millones, contra $ 30.380 millones que había a fines de 2002.

En lo que hace a la facturación de la industria, la recuperación también ha sido clara este año, aunque no alcanza desde ya a contrarrestar el desplome que trajo aparejado la crisis.

La facturación mensual promedio cayó de 1.530 millones de pesos en 1999 hasta 1.200 millones en 2002, para estacionarse este año en torno a los 1.400 millones. En términos reales, la caída fue del 40%.

Este año, sin embargo, el repunte en el consumo llegó a casi el 20% gracias a las promociones de cuotas sin interés, que restituyeron a las compras en varios pagos el lugar tradicional que habían ocupado antes de la crisis, con un peso promedio del 30% sobre el total del volumen facturado.

Y con la proximidad de las fiestas, las tarjetas volvieron a arremeter con una promoción especial de seis cuotas sin interés, que vino a reemplazar al plan de tres pagos con costo cero que estaba vigente y que había sido implementado con mucho éxito a mediados de año y reeditado casi inmediatamente, a principios de octubre.

Si bien el costo de la financiación en seis cuotas había caído a casi la mitad en los últimos meses, el interés todavía era elevado, alcanzando el 35% anual.



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