“Estamos detrás de empresas de telecomunicaciones y turismo

El empresario, que trabaja en la fase final del Argentine Recovery Fund, un fondo de inversión de u$s 400 millones, analiza las compras de sus rivales Pegasus, Dolphin y DyG

Richard Gato Handley está definitivamente de vuelta. Accionista minoritario del Banco Meridian y fundador de Belenus, su nueva empresa que lleva el nombre del Dios de la Guerra Celta, ultima la formación del Argentine Recovery Fund, un fondo de inversión por 400 millones de dólares, con el que saldrá a la caza de oportunidades. Uno de los esquemas será el de debt to equity, que permite transformar los títulos privados que están en default en oportunidades de inversión.

“El ambiente de plata fresca hacia la Argentina todavía está muy frío, para que esto cambie será necesario ganar mayor estabilidad jurídica y avanzar en la renegociación de la deuda , comenta.

–Sin embargo, vuelve la actividad de los fondos de inversión. ¿Dónde se encuentran las oportunidades?

–Hay oportunidades en compañías que tienen buenos productos y alto nivel de endeudamiento y también en aquellas en las que los accionistas están obligados a vender sus activos o directamente quieren irse. Sin embargo, los valores están subiendo y los movimientos serán más cautelosos. Ya nadie está dispuesto a pagar los precios de los ’90 y que los retornos no estén a la vista.

–¿Cómo ve los últimos movimientos en fusiones y adquisiciones? ¿Qué opina de los nuevos jugadores del private equity?

–Dolphin Fund Management (liderado por Marcelo Mindlin) y Pegasus (comandado por Mario Quintana y Woods Staton) trabajaron muy bien en sus adquisiciones y tienen esquemas de negocios ordenados. Willy Stanley –fundador de Desarrollo y Gestión– hizo buen negocio al quedarse con Havanna. Se trata de fondos que miran proyecto por proyecto y no buscan tener poder sino hacer negocios, eso me parece rescatable.

–¿No está saliendo demasiado tarde con Argentine Recovery Fund?

–Creo que todavía existen infinidad de oportunidades para invertir. Además, gestar un nuevo fondo en un escenario de inestabilidad jurídica no es tarea fácil. En nuestro road show (búsqueda de inversores en el exterior) nos fue bien en Italia y en la Argentina, donde algunos sectores necesitan cambiar la calidad de su cartera de activos. Pero muchos tenedores de bonos no tienen en claro cuál es el valor de los fondos porque no creen que la quita del 90% que propone la Argentina sea la negociación final y por ello se postergan los plazos un poco más de la cuenta.

–¿Cuáles son los sectores que el fondo de inversión tiene en la mira?

–Tenemos varias prioridades: start-ups (empresas que recién se inician), firmas de telecomunicaciones y también de turismo que ya estamos mirando. Otro de los sectores que nos interesa es el de agroindustria. Ya tenemos toda la estructuración legal armada del fondo para salir a la cancha en 2004.

–¿Cómo se encuadra su ingreso como accionista del banco Meridian?

–Es un banco que tiene una historia distinta al resto. No tuvo corralito y posee un directorio y management altamente competitivo, además de una estructura muy sólida tras la última capitalización. Por eso estoy convencido de su fuerte proyección de crecimiento.

–¿Qué opina del gobierno de Néstor Kirchner?

–El presidente Néstor Kirchner está tratando de ordenar un país altamente desordenado. Creo que renegoció muy bien la deuda y que hay que apoyarlo porque son tiempos más difíciles que los del ’89. Kirchner tiene que seguir estableciendo las condiciones para una mayor seguridad jurídica y comercial. En la medida que eso ocurra, aparecerán nuevas oportunidades de inversión, ya que si bien los indicadores económicos actuales son muy buenos, debemos tener en cuenta que partimos de un piso demasiado bajo.

–¿Cree que ya se pagaron las culpas por la crisis?

–La situación extrema a la que llegó la Argentina fue responsabilidad de todos: Gobierno, bancos, fondos y el Fondo Monetario Internacional y por eso todos debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad. Me parece imprescindible que el FMI, que fue uno de los principales gestores de los programas y políticas aplicadas en la Argentina pague su culpa. Es la única forma de volver a gestar bases sólidas.



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