LA SEQU A CAUSÓ PÉRDIDAS DE U$S 1.000 MILLONES Y COMPROMETIÓ 10% DE LA COSECHA

Esperan que las lluvias activen la siembra en las zonas sojeras

A partir de hoy, habría precipitaciones en el centro y sur de Córdoba, y en el sur de Santa Fe, mientras transcurre el momento crítico para la siembra de la oleaginosa

Si se cumplen los pronósticos, a partir de hoy las precipitaciones en el centro y el sur de Córdoba y en el sur de Santa Fe, zona núcleo de la actividad sojera, que necesita con urgencia la llegada de agua, permitirán a los productores iniciar la primera siembra de la oleaginosa.

Durante los primeros días del mes de noviembre se desarrolla la época óptima para la siembra de soja. Lo productores agropecuarios de la zona han venido retrasando los procesos a la espera de que se produzcan precipitaciones que traigan humedad a los suelos.

Desde el sábado pasado, hubo lluvias importantes en el noroeste de Buenos Aires, en Santiago del Estero, noreste de Santa Fe y en Entre Ríos. En el caso de La Pampa, que es una de las provincias más castigadas, la caída agua en los últimos días trajo un poco de alivio al estrés hídrico que sufren los suelos. Ahora, el fuerte frente de tormenta que se mueve desde la zona de Bahía Blanca traería alivio a los impacientes productores agropecuarios.

Se espera que durante la campaña actual se siembren 13,7 millones de hectáreas de soja, aunque los rendimientos del cultivo serían inferiores a los del último ciclo debido a la fuerte sequía que golpeó a casi todas las áreas agrícolas del país.

“Es muy improbable que lleguemos a los 37 millones de toneladas de producción previstas por el USDA , aseguró Enrique Erize, vicepresidente de la consultora Nóvitas, en referencia al último pronóstico del Departamento de Agricultura estadounidense. Sin embargo, la oleaginosa tendría una mejor temporada de la que vienen padeciendo el trigo y el maíz, ya que se espera un buen nivel de lluvias durante el verano.

Hasta ahora, se cree que se perdieron unas 3 millones de toneladas de trigo, principalmente en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires y en el nordeste de Córdoba, debido a la falta de implantación y a los bajos rendimientos por la sequía. La cosecha final del cereal no llegaría a las 11 millones de toneladas, lo que representa una caída de más del 10% con respecto a la última campaña agrícola.

También se esperan 3 millones de toneladas menos de maíz, mientras se prevé que muchos productores que iban a sembrar esta oleaginosa se terminarán volcando a la soja. Hasta ahora, la falta de humedad determinó que sólo un 54 % de las 2.280.000 hectáreas de maíz previstas haya sido sembrado. En el caso del girasol, ya se estima que se sembrarán 300.000 hectáreas menos, sobre una superficie prevista de 2,2 millones de hectáreas.

Los efectos que la sequía de este año tendrá sobre el campo hasta ahora son difíciles de medir, aunque se sabe que la ganadería se verá muy comprometida durante el próximo año. En el caso de la agricultura, varias estimaciones privadas hablan de una pérdida cercana a los u$s 1000 millones entre el trigo y la cosecha gruesa. “Si valoramos toda la cosecha argentina en unos u$s 10.000 millones, se podría decir que el 10% está comprometido por la sequía , afirmó Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA).



Malos augurios

A pesar de los malos augurios, los pronósticos de lluvias para el próximo verano son optimistas y se cree que durante estos días comenzará a normalizarse el nivel de precipitaciones. “Las perspectivas son alentadoras, por lo que la situación de siembra mejorará , estimó César Rebella, Director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar.

Con los ojos puestos en las próximas campañas, algunos temen que la sequía de este año pueda repetirse y sea sólo el comienzo de un período de poca agua. “Venimos de un ciclo húmedo de 20 años, y podría darse un ciclo seco , señaló Jorge Ingaramo, de la Bolsa de Cereales.



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