MALAS SEÑALES DESDE NEUQUÉN Y SANTA FE

El tren es prioritario para integrar el país

Es imprescindible el avance del Ferrocarril Trasandino del Sur. Los países desarrollados demuestran la importancia de este medio de transporte

Con suma preocupación he leído declaraciones del gobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sapag, en las cuales se consigna que la construcción del Ferrocarril Trasandino del Sur no es una obra prioritaria. Asimismo, desde el Gobierno de Santa Fe se dejó trascender que existen otras prioridades mucho más realistas que el tren que podría comunicar, en altas velocidades, las ciudades de Buenos Aires y Rosario en tiempo real reducido.

Confieso que mi preocupación se profundiza al contemplar que hombres con enorme responsabilidad en los destinos de la República, como los citados gobernadores, no perciban la importancia del ferrocarril como herramienta imprescindible en cualquier plan estratégico para el desarrollo nacional y regional; tanto en lo económico como en el acercamiento poblacional.

La Asociación del Congreso Panamericano de Ferrocarriles, que presido en forma ad honorem, tiene suficientes estudios realizados, más conclusiones del XXI Congreso de la Asociación –llevado a cabo entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre de 2007, en Buenos Aires- que demuestran que los países más desarrollados del mundo vuelcan enormes sumas de dinero en este sistema de transporte, el único terrestre que tiene enorme capacidad de movilidad de personas y/o cargas, sin atacar el medio ambiente, con muy poco consumo de combustible no renovable, sin accidentes y alta seguridad en el traslado.

Tenemos una ley sobre el sistema de transporte multimodal en la cual contribuí con mi voto y acompañamiento. Esta ley marca claramente cuáles son las distancias en las que debe actuar cada modo de transporte. Pensemos que lo que es rentable para un medio de transporte automotor, a una distancia de 500 o 600 kilómetros, no lo es para un tramo de más de 800 kilómetros. El transporte automotor debería ser un gran abastecedor del transporte ferroviario y fluvial.

Por eso es que considero trascendental incrementar la inversión y el mantenimiento de un sistema de transporte ágil, moderno, rápido y económico como es el ferrocarril, para el desarrollo de las economías regionales, la comunicación de los pueblos, el crecimiento de la nación y la complementación económica en verdaderos corredores binacionales, como puede ser, por ejemplo, con la República hermana de Chile, a través del Ferrocarril Trasandino del Sur y/o el Central.

Finalmente, quien puede hacer un tren de alta velocidad que circule a más de 300 km, que conecte Buenos Aires y Rosario en una hora, puede garantizar la provisión de cómodos trenes que transporten trabajadores y bienes destinados al cotidiano mundo del trabajo en las zonas urbanas y suburbanas. A su vez, los trenes de larga distancia deben reintegrar a la fisonomía geográfica de la República las lejanas ciudades del interior del país, contribuyendo a la profundización del modelo productivo que lleva adelante el Gobierno nacional.

Estas son decisiones políticas imperiosas que deben tomarse, observando las aleccionadoras experiencias que exhiben los países desarrollados acerca de la trascendental incidencia del sistema ferroviario en el desarrollo de las naciones.

Noticias de tu interés