DISNEY LANZA UN DVD Y VARIOS HOMENAJES EN HONOR A SU CARA M S GLOBAL

El ratón Mickey cumple 75 años

El personaje más famoso de la casa Disney llega a los tres cuartos de siglo de vida en plena forma. Pese a estar alejado de los protagónicos en películas, Mickey aún se mantiene como símbolo del optimismo y la determinación de los estadounidenses

El ratón Mickey no tuvo un estreno feliz: la voz del personaje, que en su primer episodio hacía de marinero, había sido grabada demasiado fuerte, lo que hizo explotar los parlantes del teatro Colony, de Nueva York. Desde ese día se cumplieron ayer 75 años, y la perseverancia de Walt Disney –que vendió su auto para pagar el arreglo de los parlantes y de la edición de sonido– permitió que ese pequeño roedor –por entonces flaquito, alegre y amante del jazz– se convirtiera no sólo en el más famoso de sus personajes, sino también en un símbolo mundial de la forma de ser de los estadounidenses. Disney aprovechó los avances del cine sonoro, que sólo un año antes había estrenado su primera película, y el ratón Mickey se convirtió rápidamente en un éxito total: sus cortos se pasaban en los cines, antes de la función principal, pero mucha gente, según cuenta la historia oficial, dejaba los teatros cuando empezaba la película. En sus primeros años, Disney –que por entonces seguía poniendo su propia voz al personaje– hizo más de 100 episodios del ratón Mickey, que en 1932 le dio a su creador su primer Oscar y pronto comenzó a ser conocido en todo el mundo. El ratón sufrió varios cambios en su vida: en los años 30 le pusieron guantes, su hocico se fue redondeando, le acortaron la cola y le achicaron los ojos. Con los años, su carácter fue perdiendo su lado más burlón para exaltar una personalidad más inocente.

Pese a que el dibujante original de Mickey fue un empleado de la empresa, llamado Up Iwerk, el alma del ratón fue siempre de papá Walt. Desde un principio, Disney corporizó a Mickey como una figura defensora de la ley y el orden, quien además es inteligente y valiente. Todo esto dentro del código de armonía que Disney perseguía y vigilaba celosamente: no existe violencia real, no hay conflictos que no se puedan resolver y, por supuesto, no hay sexo. Mickey, al que Walt quería llamar Mortimer pero la insistencia de su mujer lo convenció de lo contrario, rápidamente hizo olvidar a Oswald, el conejito feliz, que hasta entonces era la gran esperanza de la pequeña productora.

La inteligencia de Disney, ya en la posguerra, fue transformar a Mickey en un objeto de consumo. Según su visión, las películas demandaban una gran inversión y los márgenes eran chicos, por lo que prácticamente inventó el merchandising: lápices, sábanas, teléfonos, relojes despertadores y pulsera comenzaron a tener la figura del personaje, una de las caras más comercializadas en la historia, con ventas por 4.500 millones de dólares. La compañía Disney, que en los últimos años también se convirtió ella misma en un gigante del entretenimiento y los medios de comunicación, planea homenajear a Mickey con un DVD y diversos actos en sus parques de Orlando y Los ngeles, en los que el ratón es, sin dudas, el anfitrión principal: un anfitrión de 75 años, pero sin arrugas.



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