EL PESIMISMO ACUMULA UN CUATRIMESTRE

El consumidor pierde confianza

A pesar de que la confianza en la economía cayó 2% en noviembre, la recomposición salarial anunciada por el Gobierno traza un futuro optimista

La confianza de los consumidores en la economía registró en noviembre una caída de 2% a nivel nacional respecto al mes anterior, acumuló el cuarto descenso consecutivo, y arroja desde julio una disminución de 10%, según el índice elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella, entidad que el propio ministro de economía Roberto Lavagna definió como la más completa y creíble para este tipo de medición. El resultado de noviembre se explicó por la variación negativa del Gran Buenos Aires (-6%) y Capital Federal (-2,5%), ya que en el interior el subíndice subió 5%.

“El empeoramiento en las expectativas respecto de la situación económica personal y de la predisposición en este momento a la compra de durables e inmuebles, que motorizan el comportamiento negativo del Indice, confirman una tendencia negativa que se viene manifestando en los últimos meses , señaló el director del Centro de Investigación en Finanzas de la Di Tella, Martín González Rozada.

La retracción de expectativas, acompañado por el estancamiento que muestra el nivel de consumo en el último bimestre forzaron al Gobierno a recomponer salarios y jubilaciones mínimas, con el claro objetivo de impulsar un repunte en la demanda, definida en reiteradas oportunidades por el Ejecutivo como la locomotora que debe empujar a la economía.



Optimismo a futuro

Respecto a las medidas oficiales, economistas y empresarios consultados por El Cronista coincidieron que resultará favorable, alentando un movimiento positivo en la demanda. Mariana Rossi, de Latin Panel, recordó que en julio, cuando el Gobierno decretó un aumento progresivo de 200 pesos al salario, se recuperaron rápidamente los niveles mas bajos. “Con la nueva recomposición en los haberes, el consumo debería evolucionar en forma satisfactoria , deslizó Rossi. Además, la economista destacó que en las clases altas el incremento de la demanda fue muy fuerte en la última medición (septiembre), alcanzando el 25%.

En tanto, desde una importante cadena de supermercados, destacaron que si bien a lo largo del año nunca detectaron un verdadero crecimiento en las ventas, sino una modesta recuperación, las perspectivas a corto plazo son optimistas. “Se empieza a detectar un ligero retorno de las compras quincenales, y eso es una señal positiva , se esperanza la fuente.

Los indicadores oficiales sobre consumo minorista sin duda encendieron una luz amarilla de alerta en el Gobierno. De acuerdo a los datos relevados por el Indec a finales de septiembre, las ventas de los supermercados cayeron 0,3% frente a agosto, (luego de seis meses de resultados positivos), mientras que en los shopping se redujeron 5,1%. Esto fue interpretado en su momento por analistas como una clara señal de que se produjo un “techo en el poder adquisitivo del consumidor.



Noticias de tu interés