El abecé del financiamiento municipal

Las letras y bonos son una alternativa disponible para que las intendencias logren fondear sus obras de infraestructura. También se recomienda apuntalar la recaudación usando tecnología e invertir excedentes del Tesoro, entre otros.

Ser Secretario de Hacienda municipal ya no es lo que era. Sus objetivos de dirigir y supervisar los sistemas de Presupuesto, Tesorería y Contabilidad permanecen intactos, aunque con un detalle: mientras las funciones y responsabilidades de las intendencias se incrementan con el paso del tiempo, los ingresos y la posibilidad de financiarse no parecen crecer de la misma manera. Es por ello que una gran mayoría espera con ansias las transferencias provinciales o nacionales, estas últimas más abocadas a infraestructura. Uno de ellos remite a un viejo refrán para definir la situación: "Nunca un te quiero de un vecino superará al ya depositaron".

Para no llegar a tener que apelar a rezos, uno de los principales desafíos del área es mejorar la recaudación de los recursos propios. La ecuación es simple: un incremento de los recursos propios como proporción de los ingresos totales otorga al municipio mayor autonomía fiscal y, en definitiva, permite, de esta manera, destinar recursos con un grado de libertad mayor.

Nicolás Jensen, head de Sector Público en Puente, da consejos sobre cómo se pueden apuntalar los ingresos. "Hoy en día existen herramientas muy interesantes para mejorar la recaudación municipal y los índices de cobrabilidad, utilizando tecnología de bases de datos o geolocalización, por ejemplo. Hay municipios que están comenzando a trabajar con estos sistemas de mejora de la recaudación", afirma.

Más allá de los gastos corrientes, el ejecutivo de la firma de servicios financieros destaca el hecho de que las intendencias tienen otro desafío: comenzar a financiarse con instrumentos de mediano plazo para incrementar el número y tamaño de obras de infraestructura de ejecución municipal.

"En general, son muy bajos los niveles de gasto de capital respecto al total de gastos, con una elevada dependencia de las transferencias para este tipo de gasto. La estructuración de financiamiento es una solución concreta para los municipios que enfrentan una demanda incesante de inversiones en infraestructura urbana", dice el experto, quien menciona como ejemplo el recambio de luminarias de sodio a tecnología LED. "Es una inversión de gran impacto en la comunidad dado que mejora la seguridad, la visual de los espacios públicos y genera un ahorro tanto energético como monetario. Sin embargo, el repago de esta inversión se logra en varios años, por lo que debería financiarse en un plazo similar", señala.

Mercado financiero

Aunque pocos lo conocen, el mercado financiero se encuentra permeable a hacer préstamos a los municipios. Entre las causas de ello, se incluyen el bajo riesgo, ya que los distritos tienen, en general, bajos niveles de endeudamiento. La garantía de coparticipación, por su parte, es otro de los elementos que hace que este tipo de instrumento resulte atractivo para los inversores.

De acuerdo a Jensen, Puente lleva estructurados y colocados alrededor de
unos $ 700 millones. "Dentro de las alternativas, comenzando por las de menor plazo, se encuentran las Letras municipales. Estas son un instrumento de, aproximadamente, un año de plazo, que permiten optimizar los flujos de caja o financiar parcialmente una obra de infraestructura, por parte de inversores, a través del mercado de capitales", detalla el experto. Estos son instrumentos que se emiten sobre la base de un decreto u ordenanza municipal y se colocan a inversores del mercado de capitales.

Otra alternativa que se suma a las hasta aquí mencionadas es la emisión de un Bono municipal. A diferencia del anterior, este instrumento es de mediano plazo, lo que permite, por lo tanto, financiar obras de infraestructura, planes de modernización y compra de maquinarias. Jensen explica que estos bonos "generalmente tienen como garantía un flujo de ingreso", como la coparticipación o las tasas municipales para conseguir mejores condiciones financieras.
En este caso, las ciudades tienen menos autonomía, dado que, como superan el ejercicio fiscal, se los considerada como "deuda". Por este motivo, requiere de la autorización de las provincias y la Nación.

En la práctica, los instrumentos son similares a los otros estamentos, y hay una tendencia, a nivel global, de una mayor descentralización de funciones hacia los gobiernos locales, lo que implica la búsqueda de diferentes alternativas de financiamiento.

Consejos

Una correcta planificación de ingresos y gastos permite que el presupuesto que se maneja se transforme en una potente herramienta de gestión.

En relación a ello, desde Puente recomiendan: "El Presupuesto debería reflejar las prioridades del municipio, como así también diferenciar lo importante de lo urgente". Dentro de las cuestiones importantes, la inversión en infraestructura es vital para iniciar el círculo virtuoso que finaliza con una mayor recaudación de ingresos propios.

"De esta manera, además de garantizar la capacidad de cancelar la deuda, la inversión de capital tiende a dinamizar el nivel de actividad local. Al mejorar las condiciones de infraestructura, incrementan tanto el empleo como el bienestar de la comunidad", comenta Jensen. Por último, el especialista afirma que "es deseable una óptima gestión de los excedentes transitorios de tesorería", ya que, al invertir estos fondos a tasas competitivas y en instrumentos muy líquidos -como fondos comunes de inversión-, le permite a la municipalidad generar mayores ingresos sin sacrificar la flexibilidad para atender la gestión municipal.

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