JP MORGAN, DEUTSCHE BANK, BNP PARIBAS, NOMURA Y CITIGROUP RECHAZARON LA OFERTA

El Gobierno no logró convencer a los principales bancos colocadores

Sin los principales bancos colocadores de bonos, se le dificultará al Gobierno hacer llegar una propuesta creíble a los acreedores, que deberá presentar en los próximos 90 días

Los cinco bancos considerados pesos pesado en el proceso de reestructuración de la deuda argentina rechazaron participar en la lista de organizadores regionales y debilitaron la posición del país para acercar una propuesta creíble a los acreedores, cuya presentación tiene un plazo que no podrá superar el 31 de enero del 2004.

El viernes último, la Argentina recibió una de cal y una de arena. Por un lado, la justicia de Nueva York postergó por 90 días más la autorización para que los acreedores ejecuten las sentencias de demandas contra el país. Al mismo tiempo, los bancos JP Morgan, Deutsche Bank, BNP Paribas, Nomura y Citigruop, decidieron no aceptar la invitación del Gobierno para ser colocadores de los nuevos bonos, que reemplazarán a los del default.

Una de las principales críticas a la propuesta argentina es que mientras reconoce las deudas con el Fondo Monetario, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo ofrece una quita de 75% a los acreedores. “El carácter de acreedor privilegiado que tienen los organismos financieros internacionales como el FMI, el BID y el Banco Mundial se debe a una decisión del Grupo de los 7 , dijo ayer el ministro Roberto Lavagna.

“El rechazo de tres bancos fuertes como JP Morgan y el Citi, que tienen fuertes vinculaciones con los inversores institucionales de la Argentina, y el Deutsche, el colocador número uno en Europa, complica las cosas , afirmó el analista de una de las cinco instituciones que desistieron.

Esta opinión la reconocieron incluso ejecutivos de bancos que aceptaron participar: “Los que no aceptaron entrar tienen fuerza de venta. De todos modos, no es imposible. Hay que ver como se desarrolla el proceso , se esperanza la fuente.

Las causas por las cuales esta vez le dijeron no al Gobierno, pese a los jugosos billetes que podrían levantar en la mayor reestructuración de deuda de la historia, se resumen en cuatro puntos. Por un lado, lo agresivo de la propuesta y la aparente poca flexibilidad que tendrá la versión final que el Gobierno prometió al juez Thomas Griesa que estará lista a más tardar para finales de enero del 2004.

Por otro lado, los bancos observan que no tendrán mucha cabida en la elaboración de la propuesta final, por lo que el rol de asesor y de colocador que generalmente ocurre en estos casos se limitaría sólo al segundo aspecto.

Un tercer tema es de tenor legal. Con ese escenario, los bancos pidieron –como anticipó El Cronista hace una semana– una cláusula de escape en el contrato a través de la cual podrían salirse si la renegociación se complica, pero no fue aceptada por el Gobierno.

Un cuarto punto que consideraron, sobre todo de los bancos europeos, fue el costo de imagen versus los ingresos por comisiones. En la comunidad europea, muchos acreedores están decididos a hacerles juicios a las entidades que colocaron los bonos en default y que esos mismos bancos les sugieran aceptar una quita, sería invitarlos a que los lleven a los Tribunales.

“Será un trabajo muy duro convencer a los inversores, y si no entran muchos, la comisión puede no ser negocio , dijo una fuente a El Cronista.

Entre los analistas, hay quienes creen que el Gobierno podría volver a reconsiderar su estrategia. Hasta ahora, parece decidido a elegir siete instituciones de las 10 que se presentaron: Morgan Stanley, UBS Warburg; Goldman Sachs, ABN AMRO; Lehman Brothers, Dresdner Bank Kleinwort Wasserstein y Barclays.



Noticias de tu interés