GRUPOS DE ACREEDORES SABOTEAN EL PLAN DEL GOBIERNO

EE.UU. también exige negociar “de buena fe

John Taylor, el número dos del Tesoro, agregó además que Washington no intercederá entre la Argentina y los acreedores. Es lo mismo que dice el FMI

El Tesoro de EE.UU. advirtió ayer a la Argentina que espera que el país negocie “de buena fe, y de manera transparente la reestructuración de la deuda y que no habrá ayuda de la administración Bush, pues se trata de una cuestión que deben resolver el deudor y los acreedores.

Así dijo el número dos del Tesoro, John Taylor, en víspera del arribo a Nueva York del negociador argentino, Guillermo Nielsen. El comentario sugiere que EE.UU., que apoyó con vehemencia el acuerdo con el FMI, no está seguro que el Gobierno esté actuando de buena fe. “Es muy importante que la Argentina presente opciones de una manera clara y transparente; esto permitirá a la gente establecer cual será la reducción en el valor presente neto y la intención de la Argentina de pagar el remanente , sostuvo Taylor, en sintonía con el FMI.

Taylor habló en una teleconferencia desde Nueva York en la que el tema central era Irak, pero accedió a contestar sobre la posición de EE.UU. en la reestructuración argentina. “Esperamos que la Argentina continúe las negociaciones de buena fe. Pero como es una negociación, no podemos predecir los resultados. Y no es prudente que los EE.UU. ni del FMI, ni otro país, tomen posición en una negociación entre un país y sus acreedores , dijo.

Las palabras de Taylor llegan en un momento clave. El juez que tiene todas las causas de los acreedores contra la Argentina, Thomas Griesa, debe decidir el viernes sobre la ejecución de sentencias contra la Argentina en juicios por bonos en default, decisión que había postergado precisamente para dar tiempo a la negociación.

Algunos grupos de acreedores, en tanto, intentan sabotear la propuesta argentina saliéndose de los grupos consultivos que sugirió armar el gobierno. El banco Shinsei de Japón, que rechazó de plano la oferta oficial, anunció que no integrará ningún grupo consultivo y fuentes del ABC (Argentina Bondholders Commitee) consultadas por este diario, admitieron que podrían seguir los pasos del Shinsei. Tampoco se descarta que los italianos hagan lo suyo. En conjunto, buscarían armar una red global de acreedores que se formalizaría la semana próxima.



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