EL VIERNES 22, OTRA CUMBRE EN CLAVE ENERGÉTICA

Cristina, Lula y Evo, por el reparto del gas

El viernes de la semana próxima, cuando la presidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se encuentre con sus pares de Brasil (Lula da Silva) y Bolivia (Evo Morales), la discusión girará sobre cómo se reparten los dos primeros países el gas que proviene del Altiplano. El problema es que el país conducido por Evo Morales produce unos 40 millones de metros cúbicos diarios, pero la demanda total –interna, más la de Argentina y Brasil– puede llegar a 46 millones.

Hasta ahora, esa brecha fue cubierta por la Argentina, que tiene firmados contratos por 7,7 millones de metros cúbicos diarios, pero sólo recibió 3 millones al día durante las primeras semanas del 2008. “Bolivia tiene una buena cantidad de reservas y es un socio confiable, pero las nuevas necesidades han crecido a una velocidad mayor que las inversiones capaces de satisfacerlas , se excusó ayer lvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, durante una visita a Brasil.

El vice de Morales agregó: “Tenemos por delante tiempos críticos, que son junio, julio y agosto, y es importante que los tres países unifiquen criterios y necesidades de una política energética regional que satisfaga a todos. Los nuevos volúmenes serán objeto de diálogo entre los presidentes .

Durante el último invierno, la Argentina sufrió temperaturas más frías de lo habitual y el parcial incumplimiento de los envíos bolivianos, lo que obligó a cortes en el suministro de GNC para estaciones de servicio, como también del gas en industrias, lo que tuvo un efecto negativo sobre el crecimiento económico. La consigna de Cristina, para el próximo encuentro con Lula y Evo, es reducir este riesgo, aunque Bolivia parece mejor dispuesta a cumplir sus compromiso con Brasil que con la Argentina.

Por las dudas, el Gobierno –y más particularmente Enarsa– trabaja para evitar la dependencia del gas boliviano. La construcción de una planta regasificadora (pasa gas licuado de petróleo a natural) junto a PdVSA, que próximamente se licitará, está pensada para ello. También se analiza dar impulso a la construcción de centrales térmicas a carbón, un insumo de costo equivalente al gas boliviano, y que puede importarse de varios países sin necesidad de grandes obras como un gasoducto.

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