PARA EL BANCO MUNDIAL, EL 10% M S RICO RECIBE 48% DEL INGRESO TOTAL MIENTRAS EL M S POBRE SóLO 1,6%

Crece la desigualdad en América latina

La inequidad en la distribución del ingreso en América latina es cada vez mayor. En los últimos años, mientras países como la Argentina y Venezuela experimentaron aumentos drásticos en la desigualdad, Brasil y México, ambos con problemas históricos en este rubro, mostraron una leve mejora.

Para revertir la situación en la región, el Banco Mundial propone reformar las instituciones políticas, sociales y económicas, mejorar el acceso de los pobres a servicios y bienes básicos, en especial educación, entregar transferencias de ingresos a las familias pobres y aplicar políticas específicas para ayudar tanto a los indígenas como a los afrolatinos.

“América latina y el Caribe es una de las regiones con mayor desigualdad en el mundo , sostuvo David de Ferranti, Vicepresidente para América latina y el Caribe del Banco Mundial, quien junto con Guillermo Perry, economista jefe del organismo, presentó este mes un estudio sobre distribución de la riqueza.

De los datos recopilados por la entidad se desprende que el decil (décimo) más rico de la población de América latina y el Caribe se queda con el 48% del ingreso total, mientras que el decil más pobre sólo recibe el 1,6%. Por su parte, en las naciones industrializadas el decil superior recibe el 29,1% mientras que el decil inferior recibe el 2,5%. Según estudio del BM, el país menos desigual

de la región es Uruguay.

El informe destaca también que la raza y la etnia son los factores que determinan en forma más permanente las oportunidades y el bienestar de los individuos de esta región.

“El factor clave para reducir la desigualdad en América latina es emprender una reforma institucional , sostuvo Perry durante la exposición del informe en México. “Romper la larga trayectoria de desigualdad en América latina depende de un fuerte liderazgo y la creación de amplias coaliciones políticas , agregó.

El informe llama a reformar el “trunco y elitista estado de bienestar que prevalece en América latina, de modo que la asistencia y la seguridad social realmente lleguen a los pobres y a los hogares que dependen del sector informal. El equipo investigador cita como ejemplo el éxito de los programas que están en marcha en México, Brasil y Nicaragua.



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