Corrupción, un “mal hábito de la Argentina

“En la Argentina queda un gran trabajo por realizar, porque existen malos hábitos que es necesario erradicar, con voluntad política . La ex jueza noruego-francesa Eva Joly llegó al país para hablar de corrupción, tras explotar la polémica por la denuncia del pago de coimas, a cambio de la aprobación de la ley laboral.

Joly, en su rol de jueza de instrucción, llevó adelante un complejo proceso contra la compañía francesa estatal ELF-Aquitaine, finalizado en julio pasado, con la condena a prisión de políticos y empresarios de esa nacionalidad. Es la base del libro que presentó ayer en el Hotel Claridge, Impunidad (La corrupción en las entrañas del poder).

Ante un público ecléctico –entre ellos el secretario de Seguridad, Norberto Quantín– Joly confesó que le gusta más el título de la edición local que el original. Acompañada por funcionarios noruegos –actualmente reside en Oslo–, instó a combatir hechos de gran corrupción.

Lo hizo después de efectuar un ligero repaso de situaciones vividas en naciones africanas, diezmadas a partir de procesos de connivencia entre elites locales y determinadas multinacionales. Dijo que para la difícil misión que preconiza es clave cumplir con los diez preceptos de la Declaración de París, que promovió recientemente.

Esos puntos se refieren a urgentes medidas jurídicas y de mercado, como “la prohibición a los bancos de abrir filiales o aceptar fondos procedentes de compañías instaladas en países que rechazan o aplican de manera puramente virtual la cooperación jurídica internacional .

Para la Argentina recomendó trabajar en leyes que castiguen el lavado de dinero y en la reglamentación del financiamiento de los partidos políticos. Por la mañana, Joly se reunió con el ministro de Seguridad, Gustavo Beliz, y por la tarde viajó a Uruguay, para participar de un seminario de ética en Latinoamérica.



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