RECHAZAN ESTAR SUJETOS A RESPONSABILIDAD POR SU OPINIÓN COMO EXPERTOS

Calificadoras de crédito hacen huelga y se niegan a evaluar títulos estructurados

Ya comenzó la primera batalla disparada por la nueva ley de regulación financiera. El Congreso de EE.UU. quiere que las agencias de calificación de crédito paguen un precio si los estándares que rigen la actividad vuelven a caer en el descuido que se vio durante el auge del crédito: la nueva legislación eliminó una disposición que exceptuaba a los calificadores de ser sujetos a responsabilidad por su opinión como expertos.

En respuesta, los calificadores han ido a la huelga y se niegan a permitir que sus opiniones sean publicadas en los prospectos de las nuevas emisiones de créditos estructurados. La necesidad de publicar la calificación es un requisito de los reguladores y, en consecuencia, se congeló la emisión pública de estos títulos. Lo que resuelva la Securities and Exchange Commission (SEC) sobre esta cuestión será un indicio del nivel de agresividad del nuevo régimen.

En el corto plazo, la securitización puede concentrarse en la emisión en el sector privado, que tiene requisitos menos estrictos. Pero como participan menos inversores, el mercado es menos profundo y caerán los volúmenes, lo que reducirá el crédito para el consumo. Sin embargo, es improbable que el Congreso vuelva a permitir la exención ya que también incluyó la “conducta negligente en la norma según la cual las agencias calificadores pueden ser demandadas por fraude directo.

La SEC tiene opciones. Puede eliminar el requisito de mostrar la opinión de las calificadoras en los prospectos, aunque esta regulación fue incluida en 2005 para evitar falencias en la difusión de material informativo. Tal vez encuentren una solución de compromiso mientras la SEC evalúa cuál será la estructura del sector. El ente regulador tiene dos años para recomendar cambios.

Como último recurso podría establecer que el consentimiento para publicar opiniones sea condición para ser una calificadora estadística reconocida a nivel nacional. Sin embargo, esto incrementará las comisiones, lo que a su vez encarecerá el crédito. Otra vez parece probable que la industria de la calificación crediticia logre desafiar los intentos por modificarla.

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