EL GOBIERNO SE QUEDAR CON EL 35% DEL FUERTE INCREMENTO EN LAS VENTAS EXTERNAS

Boom de precios agrícolas derrama $ 10.000 millones al mercado interno

Las economías del interior ligadas a la producción primaria mostraron un consumo superior a la media del país, en tanto sostienen el auge de la construcción

El boom de los precios agrícolas dejará 10.000 millones de pesos al mercado interno. Un tercio irá a manos del Gobierno gracias al incremento en las retenciones, mientras que las dos terceras partes restantes quedarán en poder de los productores, quienes en los últimos dos meses se vieron favorecidos por una suba interna de 25% en el precio de la soja y de 40% en el valor del maíz.

Cuando el aumento del gasto público y la crisis financiera mundial pusieron en jaque los dos pilares del modelo económico, el superávit fiscal y el superávit comercial, un nuevo viento de cola externo servirá para dar más oxígeno al primer año de gestión de Cristina Fernández de Kirchner.

En ese marco, en los últimos meses, las economías del interior recibieron un fuerte impulso como consecuencia del encarecimiento de los commodities primarios, impulso que se vio reflejado en mayor actividad y consumo regional. También las perspectivas para invertir mejoraron en el interior.

La soja cerró ayer a $ 970 toneladas en Rosario mientras que el maíz lo hizo a $ 475 (ver pág. 3), muy por encima de los valores de $ 770 y $ 340 que, respectivamente, ambos cultivos registraron hace apenas 60 días.

El 12 de noviembre, antes de que se acentuara la escalada de precios, el Fisco decidió elevar los derechos de exportación de la soja 27,5% a 35%, incrementando así su participación en la ganancia de la actividad en $ 4.500 millones. Ahora se sumarán también $ 3.500 millones que obtendrá gracias al aumento de los precios, ya que se quedará con el 35% del incremento del valor de las exportaciones de soja, que rondarán las 48 millones de toneladas.

Así, a lo largo de 2008, se espera que el complejo sojero aporte casi u$s 4.000 millones de retenciones al Estado. El caso del maíz es diferente, ya que las restricciones para su comercialización exclusivamente interna conducen a que la suba de precios tenga un alto impacto en las zona núcleo de elaboración.

El respiro servirá para apuntalar las alicaídas cuentas públicas, que sufrieron el golpe del año electoral y que sólo pudieron salvar el ejercicio gracias a los ingresos extraordinarios que generó la reforma previsional. Pero en el sector privado, los recursos adicionales de los productores primarios contribuyeron a apuntalar las economías del interior y en diversos rincones del país se llegó a un clima de bonanza impensado hace pocos años, al menos para los productores primarios.

Esto se tradujo en un alza del consumo en supermercados en zonas del centro y del oeste del país, que llegó a superar el 50%, muy por encima del 16% del promedio del país. También Entre Ríos o Santa Fe, provincias agrícolas, tuvieron un consumo superior a la media, mientras los centros urbanos se ubicaron debajo del promedio.

Una situación similar ocurrió con los permisos para la construcción. En las zonas rurales se verificó un aumento significativo en los planes para edificar viviendas, ya que muchos productores prefieren vivir cerca de sus campos o se manejan en la economía informal, una característica común de ambos rubros.

En contrapartida, la mayor actividad económica también tuvo su correlato en materia de inflación y en algunos distritos llega a duplicar el alza de la medición que realiza en el Indec.

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