Antes de renovar el plazo fijo, mejor saque las cuentas

Se prevé que 2008 será un año con tasas reales negativas. Es decir, los depósitos bancarios van a tener una rentabilidad inferior a la inflación real. Aquí, una guía para proteger los ahorros de la carestía y calcular cuál es la tasa de interés que resulta relevante para cada perfil de inversor.

Si usted es de los fanáticos del plazo fijo y por nada del mundo consideraría otro tipo de inversión, probablemente ya se habrá dado cuenta de que 2007 fue un mal año para sus finanzas personales.

El consuelo, al fin y al cabo, es que no está solo en su desgracia: el 45% de los ahorristas sigue confiando su dinero a este clásico instrumento, de acuerdo a relevamientos de consultores privados, y directivos del sector bancario indican que hay un boom de colocaciones en las primeras semanas de 2008.

El tema es que en un escenario económico de baja de tasas, y con una inflación creciente, el plazo fijo es una forma segura de perder poder adquisitivo. Las tasas, al día de hoy, oscilan entre 7% y 9% anual, dependiendo de plazos y montos, lo cual en muchos casos ni siquiera cubre la variación del Indice de Precios al Consumidor que oficialmente prevé el gobierno (7,7% para todo el año). Si, en cambio, se toma como válida la carestía que pronostican la mayoría de los analistas privados, los plazos fijos tendrían una fuerte tasa negativa, ya que hay cierto consenso de los economistas sobre un rango de entre 15% y 20% de inflación real.

A muchos de los ahorristas que optan por el plazo fijo no les importa perder frente a la inflación, porque lo que buscan en realidad es mantener su valor en términos de dólares. La previsión de consenso es que el dólar podría rondar los $ 3,30 hacia fin de año, lo que implica que un depósito con una tasa anual de 7% estaría cumpliendo el objetivo de no perder dólares.

De todas maneras, lo relevante es qué es lo que se piensa hacer con esos dólares. Si están destinados a la compra de un inmueble, el plazo fijo no es una buena opción de refugio de valor. Durante 2007 el promedio de los precios de departamentos se incrementó 13%, con picos de 20% en zonas de demanda alta. Los expertos del sector señalan que hay margen para que los precios continúen creciendo. Ergo, quien deposite en plazo fijo, a fin de año se encontrará con la mala noticia de que puede comprar menos metros cuadrados, porque la tasa de interés no cubrirá el incremento de costos inmobiliarios en dólares.

Modalidades defensivas

¿Por qué, entonces, este instrumento sigue tan demandado? Hay una mezcla de varios factores: por un lado, la tradición y la seguridad que brinda lo conocido. Por otro, la desinformación sobre alternativas más rentables. A fin de cuentas, la mayoría de los ahorristas argentinos suelen tener sólo dos alternativas en mente: quedarse líquidos (con plata bajo el colchón o en cajas de seguridad) o colocar a plazo fijo.

Los bancos están intentando dar a conocer otras alternativas de mejores perspectivas, tales como fondos comunes de inversión con subyacentes tales como fideicomisos financieros. Pero si bien están creciendo, todavía es un producto para una minoría.

Ante esa situación, la reacción de las instituciones financieras ha sido diversificar el menú de plazos fijos, de manera de limar su costado más áspero (la pérdida frente a la inflación). Desde colocaciones precancelables o con pago periódico de intereses hasta las promociones que incluyen electrodomésticos para quienes abren cuentas, el marketing bancario es cada vez más prolífico.

Aquí, una guía con las principales modalidades para invertir en plazo fijo.

1) Clásico: Es el tradicional, con rendimiento fijo asegurado. El plazo mínimo es de 30 días y el monto a invertir puede partir desde los $ 500. Puede ser en pesos o dólares. No existe la posibilidad de un rescate parcial hasta que no se haya cumplido el período de inversión.

2) Clásico con renta mensual: tiene rendimiento fijo, con pago de intereses cada 30 días. Plazo mínimo: 180 días. Presenta el beneficio de mayores tasas por el mayor plazo de colocación y la facilidad de contar con un ingreso periódico. Existe en pesos y dólares. El pago del capital es al vencimiento. El mínimo suele ser $ 1.000 (puede variar dependiendo del banco). En algunas entidades, el tiempo mínimo del acuerdo es de 10 meses.

3) Plazo Fijo de interés variable: Asegura un rendimiento igual o superior al promedio del mercado para colocaciones a 30 días. Toma la tasa de encuesta de BCRA a 30 días más un plus fijo durante todo el período de la imposición. Plazo mínimo: 180 días. Es para inversores que estiman que las tasas van a tener variaciones y desean acompañar el movimiento en operaciones de mayor plazo.

4) Plazo fijo de interés variables con renta mensual: dem al anterior, pero paga intereses cada 30 días. Plazo mínimo: 180 días.

5) Plazo Fijo con renta asegurada: Es una inversión que se constituye únicamente en pesos, y a un plazo mínimo de 180 días. Tiene dos tasas, una pactada con anterioridad, que se mantiene fija durante todo el plazo, y otra variable, que transcurridos cada subperíodo de 30 días compara ambas, pagando siempre la que sea mayor. La misma comparación la realiza en los meses sucesivos, acumulando los intereses devengados hasta el vencimiento de la operación.

6) Plazo Fijo ajustable por CER: Tiene por objetivo preservar la inversión de los efectos negativos de la inflación, y obtiene un rendimiento fijo adicional. El indexador es el Coeficiente Estabilizador de Referencia, creado en 2002 para proteger los ingresos fijos del alza de precios. El plazo se alarga y en general es como mínimo de un año.

7) Plazo Fijo CER Plus: dem al anterior, pero además resguarda la inversión del efecto inflación. Ajusta por el índice y paga un adicional, pero dispone una condición automática para que en caso de que al vencimiento índice negativos de inflación disminuyan el capital inicial, el interés a pagar se incrementa hasta anular ése efecto negativo. Es un producto diseñado para períodos de baja inflación y con oscilaciones en los índices.

8) Plazo Fijo con rescate: Es una opción para efectuar imposiciones a 180 días ó más, pero con el beneficio de contar con liquidez inmediata pasados los primeros 30 días. En caso de hacer uso de esta opción, el rendimiento disminuye en función de una escala previamente acordada que fluctúa de acuerdo al plazo de permanencia. En algunos bancos, el corte de la tasa se produce a los 45 días; a partir de entonces la tasa es similar a la pactada para el período completo. En otros casos la tasa sube de manera progresiva; en estos casos la rentabilidad a 30 días es significativamente menor a la de un depósito a igual fecha. Entre las ventajas figura la opción de la precancelación del contrato y que se pueden obtener tasas mayores que en el formato tradicional en los períodos más cortos.

9) Fondos comunes de inversión que invierten en el segmento “money markets : Se trata de una opción crecientemente utilizada, que ofrece la ventaja de la liquidez. Además, permite estar posicionado en plazos fijos de más de un banco y en diferentes extensiones de tiempo. Se cobra comisión por administración de cartera.

Fernando Gutiérrez

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