GOBIERNO & INTENDENCIAS

Turismo intermunicipal: alianzas para el desarrollo

Promover la llegada de visitantes ya no es tarea solo de la Nación o las provincias, también de las municipalidades. Con ese objetivo, comunas del interior se unen para difundir nuevos circuitos, capacitar a las empresas locales y mejorar infraestructura. Consejos y dificultades de la llamada intermunicipalidad.

El turismo es el segundo tema más convocante del llamado asociativismo intermunicipal en el país, después del desarrollo económico. Es tenido en cuenta como una actividad clave para las economías regionales del interior del país por su rol en la redistribución de los recursos, según apreciaciones del Ministerio de Turismo.

Por eso, cada vez más comunas del interior aúnan esfuerzos para atraer a más visitantes. Las cifras son contundentes: en 2015, el turismo en el interior registró 27,5 millones de visitantes, según la Encuesta de Viajes y Turismo de los Hogares (EVyTH). Si bien se trata de una leve caída frente a 2013, el Plan Federal de Turismo 2016-2019, presentado a fin de abril por la Nación, promete un futuro promisorio para la actividad en escala municipal.

Más allá de la situación económica, es difícil que los argentinos resignen un hábito cultural tan arraigado, aunque eso les valga vacacionar menos días y con menor presupuesto. El 94% del gasto turístico interno se encuentra en las provincias, mientras que el 5% restante se lo dividen entre CABA (4%) y GBA (1%). El interior de la provincia de Buenos Aires capta la mayor cantidad de turistas, comprendiendo un 33,5%; siguiendo por la Ruta Nacional 14, está el Litoral y sus provincias: Misiones, Entre Ríos y Corrientes con un 15,7%, según la cartera del área de 2014. Las alianzas entre comunas aparecen como una herramienta clave.

La llamada intermunicipalidad es definida como la articulación institucionalizada de gobiernos locales interconectados e interdependientes para ejecutar colectivamente una o más políticas bajo un principio de coordinación horizontal. "El asociativismo intermunicipal resulta un fenómeno novedoso en la gestión local en la Argentina", resalta el director de proyectos para organismos internacionales Daniel Cravacuore. Hace 25 años trabaja en temas municipales, dirige la maestría en Gobierno Local en la Universidad de Quilmes y es profesor en España, Chile y Bolivia. Se trata de una metodología de gobierno emergente de la agenda municipal en Argentina desde la década del 90 y cada vez más pujante.

Voces del interior

Uno de los casos testigo de estas alianzas es la Agencia de Desarrollo del Norte Misionero (ADN), que nace por iniciativa en los gobiernos locales y el sector privado para promover la economía de los distritos, en parte, a través del turismo. Para ello, crearon una "microrregión", conocida como Portal de las Cataratas, que comprende a las localidades sobre Ruta Nacional 12, cerca de las Cataratas del Iguazú. Enrique Guerrero, gerente de ADN, explica que la agencia está integrada por las comunas de Puerto Esperanza, Colonia Wanda, Puerto Libertad y Comandante Andresito aunque "hay otros municipios interesados en asociarse al verla como una posibilidad de incrementar los servicios de apoyo a las pymes".

En conjunto, y en el marco del Programa de Fortalecimiento Institucional Provincial, realizaron un plan de desarrollo turístico. Para eso, relata Guerrero, se realizaron talleres con emprendedores turísticos y los responsables del área en los municipios. "Las municipalidades convocaron a capacitaciones una cantidad considerable de emprendedores concurrentes de otras localidades".
A pesar de las proyecciones, la actividad de la región, como otras actividades en economías regionales, "se ve limitada por la falta de capitales locales que impulsen la actividad", advierte el gerente de la agencia. Explica que, por caso, el acceso al crédito es "dificultoso", lo que demora el desarrollo de una zona con potencial. Agrega que el "individualismo" suele frenar el crecimiento de estas asociaciones, así como la "baja densidad institucional" en la región, que es "una barrera al desarrollo". También menciona las carencias de recursos humanos.

Entre el mar y las sierras

En consideración con los atributos de la autonomía municipal, las leyes nacionales son, en general, afines a las asociaciones intermunicipales. Las excepciones se encuentran en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, donde los municipios no poseen autonomía y se requiere apelar a recursos legales para asociarse, según resalta el experto Cravacuore.

Por ejemplo, en el sur bonaerense se alzó proyecto de ley, a cargo del legislador bonaerense del Frente Renovador y presidente de la Comisión de Turismo y Deportes, Marcelo Di Pascuale. El mismo, prevé la conformación de una región turística compuesta por los municipios bonaerenses de Coronel Dorrego, Bahía Blanca, Tornquist, Coronel Rosales y Monte Hermoso, a fin de potenciar el sistema de producción comercial de esta región. La idea es utilizar al turismo como herramienta para fortalecer el sistema de producción de microempresarios y artesanos locales, potenciando las economías regionales y creando cientos de puestos de trabajo, según el proyecto.

El sudoeste bonaerense es conocido por el turismo como un circuito de mar y sierras. Por un lado, Pehuen-Có (Cnel. Rosales), Marisol (Cnel. Dorrego) y Monte Hermoso poseen mar y playa. Los dos primeros, son de naturaleza netamente turística y, en el caso del tercero, predominan las actividades agropecuarias. Tornquist es área de sierras y su temporada alta es en invierno, pero, al igual que Monte Hermoso, los turistas asisten durante todo el año. Su principal actividad es agropecuaria y el turismo en Sierra de la Ventana y Villa Ventana. La hermana mayor es Bahía Blanca, ciudad más importante de la región y puerta a la Patagonia. Prevalece el comercio, es polo petroquímico y activa en la exportación de granos. La universidad que allí se encuentra, maneja el mayor flujo de estudiantes de la región.

En Monte Hermoso, el secretario de Turismo, Hernán Fabio Arranz, reconoce que este proyecto de ley una oportunidad para "restablecer y recomponer" las relaciones entre las distintas idiosincrasias, "forjar una comunicación fluida entre todos los actores sociales de las comunidades", principalmente comerciantes, prestadores turísticos, profesionales del turismo. Además, sobre la ley, Arranz insiste: "Sería un ejemplo concreto a la hora de trabajar con la comunidad educativa, teniendo en cuenta que muchas de las localidades participantes de la ley llevan a cabo planes de estudios vinculados al turismo, sea en nivel secundario, terciario y universitario, como Monte Hermoso".

Hace más de diez años, el municipio de Monte Hermoso y sus 10.000 habitantes se encuentran dentro de la demanda turística, donde prima, según el Secretario, "el perfil familiar, seguido por los amigos y las parejas", llegando a los 200.000 turistas en temporada alta. "La ocupación en hoteles, apart hoteles, campings e inmobiliaria en enero de 2016 fue de 80%, mientras que en febrero fue de 70%", cita Arranz y reconoce que la temporada pasada no reflejó la conducta habitual por los desvaríos económicos que llevaron a muchos turistas a vacacionar en el exterior, en detrimento de las economías regionales. El cambio de contexto cambiario podría modificar la ecuación.

"Cuando la ciudad desborda, el contacto con las municipalidades cercanas, como Coronel Dorrego, está a la orden del día. El arribo de turistas es sinónimo de crecimiento para ambos agentes sociales de la localidad. Actuando mancomunadamente entre los distritos de la región, se beneficiaría a cada uno y la región en su conjuno", dice.

Consejos y obstáculos

"Las asociaciones intermunicipales que sobreviven son las que tienen en claro cuál es su objetivo", asegura Cravacuore e indicaque las alianzas turísticas, a diferencia de las económicas, tienden a durar más, con un promedio de 5,1 años. "Lo más habitual en la Argentina es el desarrollo económico y son las más inestables porque los participantes tienen dificultades para fijar un objetivo claro".

A la hora de desarrollar un proyecto con características intermunicipales, el académico recomienda tener en cuenta los siguientes inconvenientes. Como primer problema a resolver, está la identificación y selección del territorio a considerarse intermunicipal para desarrollar el proyecto.

"Al planificar el territorio se debe tener en cuenta la naturaleza de los actores, ya que muchas veces se conforman teniendo como referencia lo político y no las características económicas en sí", ejemplifica y cita un ejemplo en la Puna, donde micro-municipios se desarrollaron a través del asociativismo juntando esfuerzos con varios municipios para desarrollar una determinada política donde compartían todas las actividades de transporte de materiales.

El país tiene una alta potencialidad de desarrollo económico y turístico, pero para eso hay que trabajar en la construcción de institucionalidad. "No es un tema legislativo, sino más bien de construcción de capacidades en el territorio para funcionar de un modo distinto". Se recomienda procurar un nivel de formalización a través de la institucionalización.

Tercero, la personalidad jurídica, que muchas veces se vuelve un impedimento para recibir fondos de los ministerios, ya que, de ser aprobados, no estarían llegando al conjunto de municipalidades, sino a una sola. "Como municipio -explica Cravacuore- se deben rendir cuentas ante un tribunal, sea municipal o de la provincia y el problema termina siendo la intermunicipalidad, ante quién".

Se mencionan cuatro atributos a tener en cuenta por los municipios al crear una asociación intermunicipal: la planificación; identificación clara de objetivos; no sobreestimar capacidades; contar con un equipo técnico especialista del tema; y contar con una metodología de trabajo. "El territorio en la Argentina es como un cristal astillado, y se tienen que empezar a pegar los pedacitos para lograr mejores resultados, pegar el territorio a través de la intermunicipalidad. Reconstruir un territorio fragmentado en lo político en función de un problema en común", añade Cravacuore.

Las cifras

En los años 90, se crearon 88 iniciativas intermunicipales en el país, según un estudio del mismo experto. Una de ellas fue promovida desde la Comisión Nacional de Desarrollo Patagónico: la creación de un programa de Comarcas. "Algunas de las comarcas tendieron a desaparecer, y otras quedaron como marcas comerciales, mas no como marcas intermunicipales", añade.

Las iniciativas fueron mermando, llegando a su punto más bajo con el gobierno de Eduardo Duhalde (siete) y, recientemente, el gobierno de Cristina Fernández, aumentando su caudal a 64, aunque desapareciendo unas 45. En el gobierno de Fernando de La Rúa, el tema pasó a agenda pública y las iniciativas no faltaron, sobre todo cuando se desató la crisis de 2001.

"Uno de los motivos por los cuales las iniciativas intermunicipales no prosperan se debe a la continuidad (política). La intermunicipalidad tiende a decaer cuando asumen intendentes que no fueron parte de las alianzas", y en ese tema, la Argentina pareciera ser altamente volátil: "Hay algunas que no llegan a alcanzar un año de duración", finaliza.

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