

La licitación del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) ya tuvo que enfrentar su primer obstáculo. Una de las tres licitaciones que lanzó la petrolera estatal Enarsa, que buscaba comprar turbocompresores y turbinas, fue declarada “fracasada . Tres empresas habían presentado ofertas que fueron consideradas “inadmisibles . Por delante queda definir la licitación de la compra de cañería, el relevamiento catastral y por último hacer el llamado para la construcción de la obra, el gran negocio de este proyecto binacional que rubricaron los presidentes Néstor Kirchner y Evo Morales.
Justo cuando una pequeña delegación argentina fue a Santa Cruz de la Sierra a escuchar las razones por las que Bolivia no está enviando todo el gas contratado por día, la construcción del gran ducto que permitirá incrementar la capacidad demuestra ir a pasos un poco más lentos.
Las ofertas de las empresas Solar Turbines International Company, Siemens y Wartsila Finland Oy fueron rechazadas por Enarsa. Sus presupuestos para adquirirles turbocompresores y turbinas fueron por encima de lo esperado y todo para atrás, a cuatro meses de haberse lanzado la licitación.
La otra convocatoria, para comprar cañería, sorprendió por la larga lista de interesados internacionales (Siat Argentina y Siderca Argentina, del grupo Techint; la China Megalurgical Group y Sinopec; Khartsyzsk Tube Works y Eurasian Pipe Line Consorsium, las dos de Ucrania; la empresa Confab, también filial de Techint pero en Brasil; Jindal Saw, de India; Tubacero, de México, y Sumitomo Corporation, de Japón). De todos ellos, fueron preseleccionados tres –que no fueron informados oficialmente– pero se descuenta que una de las dos propuestas del grupo Techint fue aceptada.
La otra licitación, cuyo ganador se ocupará del relevamiento catastral y mensura de parcelas para constitución de servidumbres, sigue en marcha.
Al día del anuncio de la licitación, el ministro de Planificación, Julio de Vido, confió que la habilitación de la primera etapa de esta obra se concrete como está previsto para fines de 2008, con lo cual el país podrá disponer de alrededor de 16 millones de metros cúbicos por día de capacidad de transporte de gas natural. La obra estaría terminada totalmente para comienzo de 2010. El costo total se presupuestó en u$s 1.940 millones.
Según informaron algunas fuentes, Enarsa se dio un primer golpe esperado. El aumento del barril de crudo impacta sobre toda la industria hidrocarburífera y ahora los costos de la obra pueden ser otros. Todo esto llevaría a discusiones, en montos muy altos, que podrían aplazar un poco los tiempos previstos.
Asimismo, quedan por delante licitar lo más importante: la construcción del ducto que traerá más gas de Bolivia para el centro y todo el norte del país.
Tras la culminación de la construcción del GNEA, a partir del 1 de enero de 2010, Bolivia deberá estar en capacidad de exportará 27,7 millones de metros cúbicos diarios gas natural a Argentina, si las inversiones privadas y estatales en exploración de gas acompañan el proyecto.