Prácticamente todos los hedge funds están restringiendo la capacidad de los inversores de recuperar su dinero. Y como resultado de ello, en la industria y los mercados se observa una estabilidad que es artificial.

Si bien es casi imposible calcular cuánto dinero quedó atrapado contra la voluntad de los inversores, se estima que la cifra ascendería a u$s 400.000 millones. “Hay más activos congelados en hedge funds suspendidos que los u$s 325.000 millones distribuidos hasta la fecha conforme al Programa de Rescate de Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés) dijo Marc Freed, director gerente de Lyster Watson, un fondo de hedge funds.

El TARP es el fondo de rescate financiero del gobierno que cuenta con fondos disponibles de hasta u$s 700.000 millones.

Los rescates de los hedge funds se convirtieron en un factor tan importante en los mercados que, desde hace dos meses, JPMorgan Chase comenzó a cubrirlos en la sección de Mercados de su publicación semanal insignia, Global Data Watch. Los pedidos de rescates a menudo obligan a los hedge funds a vender algunos de sus mejores activos, sólo para recaudar dinero para cumplir con los rescates.

Ahora, al congelar los rescates, la natural presión vendedora está temporariamente suspendida y los precios de mercado para una serie de títulos valores se están manteniendo en forma artificial.

Muchos observadores del mercado temían al impacto que tendrían mayores ventas de los hedge funds sobre los valores de los activos, en un momento en que las plazas todavía se tambalean. Pero “suspendiendo los rescates, se demora lo inevitable , dijo Loren Kasowitz, fundador de Guggenheim Partners, que invierte en hedge funds en representación de una serie de clientes.

Los administradores de hedge funds citan las razones por las que decidieron evitar que sus inversores reciban su dinero.

Sostienen que si les permiten retirar su dinero, ellos mismos no tienen fondos para pagar los préstamos obtenidos. Fondos, como Fortress, citaron la necesidad de mantener los valores mínimos de sus activos para preservar sus líneas de financiamiento.

Los administradores también aseguran que es prácticamente imposible vender muchos activos que no cotizan en ninguna bolsa. Sostienen que su única salida es esperar a que esos títulos valores maduren, porque son esencialmente ilíquidos.

Pero para muchos analistas, “siempre está la posibilidad de vender, sólo que nos les gusta el precio , explicó Kasowitz.