Arabia Saudita decidió ayer abandonar el popular contrato petrolero West Texas Intermediate (WTI) como referente para el precio de su petróleo, dando un fuerte golpe al New York Mercantile Exchange.

La decisión del mayor exportador de petróleo del mundo podría animar a otros productores a abandonar el referente y amenaza el dominio del contrato de futuros de petróleo más transado del mundo.

La medida revela el descontento creciente de Riad, y las refinerías estadounidenses que son sus clientes, con el WTI después de que el precio del referente se distanciara de los precios del mercado petrolero global este año. El alza en los inventarios petroleros en Cushing, Oklahoma, donde el WTI ingresa al sistema de oleoductos en EE.UU., deprimió el valor del WTI contra otros referentes globales, lo que desordenó el sistema.

En enero, el WTI –que por lo general se cotiza con una prima de entre u$s 1 y u$s 2 por barril en relación al Brent– cayó con fuerza y quedó con un descuento de casi 12%, una brecha récord. Esta dislocación del mercado siguió hasta el verano boreal.

A partir de enero Arabia Saudita basará el precio del petróleo para sus clientes en EE.UU. en un nuevo índice desarrollado por la firma Argus, con sede en Londres. El índice Argus Sour Crude monitoreará en el mercado físico el precio de una canasta de crudos de la Costa del Golfo estadounidense, incluyendo Mars, Poseidon y Southern Green Canyon.