El mundo corre riesgo de sufrir una catástrofe a causa del terrorismo nuclear, advirtió ayer el presidente estadounidense, Barack Obama, en la cumbre sobre seguridad que se realizó en Washington y en la que participaron 47 naciones.

Después de años en los que líderes como el ex presidente George W. Bush alertaban sobre el peligro de que armas de destrucción masiva pudieran caer en manos de terroristas, la cumbre de Obama representa el intento de más alto perfil para contrarrestar este riesgo.

“En decenas de países hay material nuclear que puede ser vendido o robado, y convertido en armas nucleares. Basta una pequeña cantidad plutonio –más o menos del tamaño de una manzana– para matar o herir a centenares de miles de inocentes , dijo Obama, quien pidió acciones para poner a resguardo el material de ese tipo.

El presidente chino, Hu Jintao, también expresó su preocupación por la falta de control sobre el material nuclear y señaló que crece el comercio ilegal en ese campo y la seguridad es una “preocupación cada vez mayor . Hu dijo también que las naciones deben mejorar su intercambio de información sobre al almacenamiento nuclear e “implementar plenamente las resoluciones de las Naciones Unidas a este respecto. Hasta ahora sólo 21 países han ratificado la Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares de la ONU.

Sin embargo, el objetivo de Obama de poner en lugar seguro todo el material de este tipo para el año 2013 depende de las decisiones que tomen voluntariamente los países individuales lo que significa que, en última instancia, el éxito de la cumbre dependerá de una cantidad de medidas que en algunos casos serán pequeñas.

Un ejemplo en este sentido es el acuerdo al que llegaron ayer EE.UU., Canadá y México para trabajar en conjunto con la Agencia de Energía Atómica a fin de convertir un reactor mexicano dedicado a la investigación para que pueda usar combustible nuclear común, en vez de uranio enriquecido.

Los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y EE.UU. también firmaron ayer un acuerdo para deshacerse de 34 toneladas de plutonio. Ambos países llevaban una década discutiendo cuál era la mejor forma de implementar su decisión inicial de eliminar el material, tomada en 2000. Algunos delegados han tratado de ampliar el estrecho foco de la cumbre, especialmente los europeos, que trataron de que se incluyeran medidas de seguridad para el material radioactivo que puede usarse como base para fabricar las llamadas bombas sucias.

Se notó la ausencia de países como Corea del Norte, Irán y Bielorrusia. EE.UU. considera preocupantes los programas nucleares de Teherán y Pyongyang, pero sostiene que ninguno de estos países ha respondido al intento de Washington de dialogar. Bielorrusia, cuyo gobierno EE.UU. considera autoritario, tampoco fue invitada.

Pakistán, que sí participó de la reunión, busca contrarrestar la percepción de que las armas nucleares que ha acumulado son vulnerables a ser capturadas por los militantes islámicos que tienen actividad en algunas regiones del país. Sin embargo, tanto Washington como Islamabad insisten en que los militares paquistaníes tienen medidas efectivas para mantener seguro ese arsenal.