

La industria de energía de Europa recibirá esta semana la más clara advertencia hasta el momento de que la Comisión Europea se prepara para desarmar a los grandes grupos integrados, como Eon, RWE y EdF en un intento por estimular la competencia transnacional.
La comisionada de Competencia de la Unión Europea, Neelie Kroes, anunciará que “es prioridad absoluta fraccionar a las compañías proveedoras de energía y que al mismo tiempo son dueñas de infraestructura, como redes eléctricas e interconectores.
Con la infraestructura bajo control de la compañías distribuidoras y generadoras eléctricas, las oportunidades de discriminación contra proveedores rivales son muchas, aseguró Kroes.
“En términos muy personales, veo sólo un camino si queremos recobrar la fe y la credibilidad en el mercado. Europa ha tenido suficientes murallas chinas y cuasi-independencia. Tiene que haber una solución estructural que de una vez y para siempre separe la infraestructura del suministro y de la generación. En otras palabras: la desconcentración de la propiedad , dijo.
Si la Comisión resuelve aplicar la política delineada por Kroes, producirá un golpe masivo a algunas de las compañías más influyentes de la Unión Europea. Grupos como Eon y RWE en Alemania y EdF y GdF en Francia aplican una estrategia basada en la combinación no sólo del suministro y la infraestructura, sino en algunos casos, integrando operaciones de gas y electricidad.
Su dominio generó críticas de que el mercado energético de la Unión Europea –que en teoría debería estar completamente abierto a la competencia entre fronteras–, todavía está poco integrado, es ineficiente y tiene una escasa competencia comercial. La Comisión propondrá, a principios del año próximo, una revisión de la legislación energética en la Unión Europea. La postura de Kroes enfrentará la dura oposición de Alemania y otros estados miembro, y además podría encontrar resistencia en otros comisionados.
Sin embargo, ella insiste en que su punto de vista cuenta con el apoyo de reguladores y otros participantes del mercado.
Kroes opina que los reguladores deben tener la independencia necesaria para monitorear el mercado, incluyendo la capacidad para intercambiar información sensible.
También apuntó a los contratos de abastecimiento a largo plazo que, según dice, frena la sana competencia. Casi todo el gas que entra al mercado está bloqueado por contratos a largo plazo, y el efecto acumulativo de esto es que quienes ingresan a él, no pueden comprar suficiente gas para armar un negocio o acceder a un listado de clientes para crear una base de consumidores sostenible , señaló.