El intervenido Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) dio a conocer sus primeros informes sobre la evaluación del costo de las obras de ampliación de la capacidad de transporte de los gasoductos y llegó a la conclusión de que no hubo sobreprecios.

Y siguiendo el argumento de defensa siempre esgrimido por el Gobierno, acusa a la transportadora de gas TGN de haber hecho un mal cálculo. De esta manera, se busca dejar sin argumento las acusaciones de supuestos sobornos del llamado caso Skanska.

En un extenso informe de más de 800 páginas, el Enargas se expidió sobre el costo de loops (conductos paralelos a los gasoductos para ampliar su capacidad de transporte de gas) y la ampliación de la potencia de compresión de tres plantas, Lumbreras, Lavalle y Dean Funes, esta última conocida por las derivaciones que tuvo la adjudicación a la constructora sueca Skanska.

En los dos informes, firmados por los ingenieros Norberto José Vega y Carlos Buccieri, la conclusión es unánime: no hay tal sobrecosto. En el caso de las tres plantas, carga las tintas sobre TGN, gerente de la obra. Acusa a la firma, entre otras cosas, de hacer un manejo arbitrario de la evaluación de las ofertas, de haber realizado errores de cálculo y de falta de rigor técnico. Consultada TGN, su vocero no respondió a los llamados de este diario.

Según los expertos del Enargas, “la actuación de TGN fue incongruente e insatisfactoria , lo que provocó una adjudicación más lenta de la obra, con previsiones presupuestarias “equivocadamente bajas .

Para el ente regulador, esta diferencia de cálculo se debió a que la privatizada no incluyó otros rubros en el presupuesto como trabajos de ingeniería, tareas complementarias que luego fueron solicitadas en el concurso de precios. Así, para los cálculos hechos por el Enargas, la diferencia de costo entre lo ofertado por las constructoras y su estimación “no está fuera del marco de racionalidad , a pesar de admitir que superan la banda de +/- 10% de comparación fijado entre lo ofertado y lo estimado como valor de referencia. En el caso de la repotenciación de la planta de Lumbreras (provincia de Salta), la diferencia es del 13%, la de Lavalle (provincia de Mendoza) es de 2% y la de Dean Funes (provincia de Santa Fe) es de 14%.

Para el caso de los loops, el Enargas también cerró filas entorno al argumento oficial de defensa ante las acusaciones de supuestos sobreprecios, destinados a pagar supuestos sobornos.

Esta fase de la obra fue adjudicada a la constructora brasileña Norberto Odebrecht S.A. El precio cotizado para instalar 456.150 metros de cañería fue de u$s 291.266.298. La obra se dividió en cinco tramos y el Enargas consideró que con la evaluación del costo de un tramo representativo (el bloque IV que une Saturno con General Cerri) era suficiente para estimar la validez del valor de la totalidad del trabajo.

Para los técnicos del Enargas, su evaluación arrojó un costo de $ 34,8 millones contra un valor cotizado por la empresa de $ 36,9 millones. La conclusión fue la misma que en el caso anterior. “Se encuentra dentro del marco de razonabilidad necesaria para su aceptación , dijeron los ingenieros Vega y Buccieri.

Con este informe, el Enargas dio un paso adelante en un terreno espinoso dentro de la misma esfera del Gobierno. En mayo de 2007, con el caso Skanska en su punto más alto, el Poder Ejecutivo decidió la intervención por seis meses del ente regulador del gas, justamente para evaluar todo lo hecho en la valuación del costo de las ampliaciones de capacidad de transporte la 2004–2006, ya terminada, y la de 2008–2010 en su etapa inicial de construcción.

Por delante queda definir para el Enargas el costo real de esta última, valuada en una primera instancia en u$s 2.400 millones. Según lo resuelto por las autoridades energéticas, la segunda ampliación de gasoductos se irá pagando paso a paso, según el cumplimiento de cada fase de la misma hasta definir el valor final.