Resultados de la ley de blanqueo

Existen ciudadanos del mundo que lograron "blanquear sus activos en el sistema económico argentino por la suma total de $ 18.113 millones (un equivalente aproximado a u$s 5.000 millones). Estos fueron los resultados de la denominada "ley de blanqueo2 de capitales, promulgada a principios del año pasado y por medio de la cual se invitaba a repatriar fondos a nuestro país con interesantes beneficios fiscales. Ante todo, debemos ser conscientes de que la estrategia de recaudación fiscal implementada estuvo lejos de ser un fracaso. El monto recaudado es importante; superior incluso al Producto Bruto Interno anual de algunos países del mundo. Zimbabwe, por ejemplo, cuenta con un PBI anual de u$s 3.850 millones.

Con el objeto de evitar que se ‘blanqueen‘ activos provenientes de crímenes serios como el narcotráfico, el tráfico de armas, el fraude y la corrupción, la AFIP exigió la presentación de una declaración jurada en la que se debía asegurar que el monto a repatriar tenía una fuente lícita. Además, se tuvo que presentar un certificado del banco extranjero donde se encontraran depositados los fondos, que contuviera el monto, la fecha de constitución y los datos personales del titular del depósito. El banco extranjero debía estar radicado en países que cumplieran con las normas anti-lavado.

Con estas medidas de prevención, la Argentina pudo sostener ante la comunidad internacional que la letra de la "ley de blanqueo no contradecía los estándares globales anti-lavado. Sin embargo, en el mundo de la criminología se suele decir: una cosa es la calidad y severidad legislativa de las normas y otra, muy distinta, la capacidad técnica de los Estados para aplicar esas normas. Los Estados débiles, que actúan como si fueran fuertes, sancionando leyes contra el crimen, pero sin voluntad o capacidad operativa para hacer cumplir esas normas, inevitablemente generan un espacio ficticio entre la realidad y la legalidad que puede servir de incentivo para los grupos criminales, tal como afirma Bagley. Los criminales se mueven con más comodidad en los países que dictan leyes, técnicamente perfectas y más severas incluso que las exigidas por los estándares internacionales,pero que se transforman en "letra muerta al no tener aplicación real y efectiva.

Utilicemos un ejemplo para comprender cómo un grupo criminal puede haber visto la manera de saltear las exigencias y controles de la ‘ley de blanqueo‘ antes mencionados. Primero, los criminales suelen camuflar su verdadera identidad a través de sociedades "off-shore constituidas en un "paraíso fiscal , y que funcionan como pantallas de la maniobra. Con posterioridad, no tienen más que suscribir en la declaración jurada que los activos que se disponen a "blanquear tienen una fuente lícita. Así de sencillo; en dos simples etapas, los activos producto del crimen pueden haber sido reciclados en el sistema económico de nuestro país.

Lo expuesto hasta aquí amerita que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿las instituciones del Estado se han puesto en funcionamiento de manera eficaz para determinar si grupos criminales "blanquearon sus activos por sumas millonarias a raíz de la implementación de la "ley de blanqueo ? Pregunta que deberá ser respondida cuanto antes por las autoridades.

Montesquieu decía que "las leyes son grandes telarañas a través de las cuales pasan las moscas grandes y en la que quedan apresadas las pequeñas . En este caso, las moscas grandes (y también, pareciera, las no tanto) pueden haber traspasado, con total impunidad, los tenues controles anti-lavado dispuestos por la "ley de blanqueo .

Por último, cabe destacar que los resultados de la "ley de blanqueo y las insignificantes medidas anti-lavado puestas en práctica para evitar legitimaciones de activos provenientes del delito, podrán ser un elemento negativo más a destacar por el Grupo de Acción Financiero (GAFI) en su próximo informe anual de evaluación. Esto, sin duda, no dejará bien parado a nuestro país ante el mundo y sus ciudadanos.

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