LA CRISIS ENERGÉTICA AGRAVA EL FALTANTE DE MATERIA PRIMA

La escasez de lácteos se extenderá hasta la primavera

Los tamberos estiman que el sector volverá a ciertos niveles normales de abastecimiento en no menos de dos meses. Cada vez se venden menos marcas

Hace quince días, el consenso en el mundo lácteo indicaba que el normal abastecimiento de productos del tambo, con la leche fluida a la cabeza, tendría lugar hacia fines del mes próximo o en la segunda quincena de agosto. Sin embargo, los cortes de gas y electricidad que también sufren otras industrias cambiaron las perspectivas del sector. Ahora, los tamberos estiman que los productos volverán a cierta clase de normalidad hacia fines del invierno o los primeros días de la primavera.

La escasez de materia prima, las inundaciones, la mala alimentación de algunos vacunos y las restricciones energéticas conformaron una crisis sin precedentes en el sector. “Para remontarse a un momento tan delicado, hay que pensar en la post-devaluación, cuando los hipermercados llegaron a importar leche de Uruguay , confirman varios productores.

Como una forma de contrarrestar el mal clima, Mastellone informó ayer que pondrá en marcha, durante la semana que viene, dos nuevas máquinas envasadoras de leche ultra-pasteurizada en sachet, en la planta de General Rodríguez. La compañía compró otras tres y desembolsó u$s 3 millones por la adquisición.

El mercado interno está ávido de este producto, que registra faltantes récords en supermercados, almacenes y autoservicios chinos.

En la productora y dueña de la marca La Serenísima explican que hay una mayor demanda interna de la leche en sachet. Con estas nuevas maquinarias, Mastellone agregará medio millón de leche diario a los dos millones que ya despacha.

Aunque la empresa está elevando la cantidad de leche disponible, la oferta de sachets quedó muy reducida con respecto al invierno pasado. En años anteriores, SanCor, Molfino y Williner participaban de ese mercado, mientras que Mastellone también vendía sus segundas marcas (como Fortuna y Armonía). Ahora, las góndolas sólo muestran La Serenísima. Con respecto al precio, en Mastellone dicen que venden el producto para que los canales puedan comercializarlo a $ 1,63.

Sin embargo, como la demanda es tan alta, el precio termina superando los $ 2 en sachet y trepa hasta $ 2,40/$ 2,50 cuando se trata del envase de cartón. En Mastellone atribuyen la fijación de esos importes a los canales.

Ni energía ni exportaciones

Algunas plantas lácteas, como las procesadoras de leche fluida, trabajan con más luz que gas. Otras, como las fabricantes de quesos, son más dependientes del hidrocarburo. En ambos casos, se les redujo el suministro.

A comienzos de año, las lácteas estaban algo divididas. Mastellone y SanCor, más volcadas al mercado interno, le reclamaban al Gobierno que tomara recaudos contra Molfino y otras empresas que priorizaban las exportaciones.

Ahora, ya no hay divisiones, porque todas están con problemas para exportar. De hecho, el volumen enviado al exterior en abril se redujo a un cuarto de lo que se despachaba en enero: cayó de 32 millones de litros a 8 millones.

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