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Después del desastre, British Petroleum se transforma

BP está al borde de convertirse en una empresa muy distinta.

Hay muchas cosas en el Golfo de México que son un problema para British Petroleum (BP), inclusive un despilfarro escandaloso de dinero. Eso se fue evidente cuando se supo la cifra que acompañaba el anuncio del los resultados del segundo trimestre que se hizo ayer (un costo de 32.200 millones de dólares antes de impuesto para cubrir el costo cuantificable de la limpieza). Es casi la mitad del cálculo de costo de reposición para este año y consiste en 2.900 millones de dólares (ya gastados) y 29.300 millones más (por venir), incluso 20.000 millones en custodia en un fondo de garantía.

Es el precio de un accidente que sin duda podría haberse evitado, y que se expresa en la pérdida de ingresos por exploración y desarrollo, pérdida de dividendos por parte de los accionistas y pérdida de impuestos por parte de los gobiernos. Cuando una gran petrolera se equivoca, lo hace a lo grande.
 
La magnitud del costo estaba, en general, en línea con los cálculos, pero las acciones bajaron ligeramente pese a que la performance real de BP fue robusta. La acción se levantó hace poco, en medio de la visión optimista de que se estaba arreglando la fuga. Pero los inversores de BP siguen muy afectados (hoy la empresa vale cerca de 70.000 millones menos que el 20 de abril, o sea, casi el doble del cálculo del costo cuantificable). Así se refleja la incertidumbre que hay respecto del pozo con fugas y, entre los accionistas británicos, el nivel de frustración que sienten, que está encabezado por la lentitud de los cambios. El tono imperante en el anuncio de ayer, incluso la confirmación de que Bob Dudley será el nuevo CEO para reemplazar a Tony Hayward, indica que la empresa finalmente comienza imponerse en esta lucha que libra contra los elementos, y más aún, en el Golfo.
 
Tomará bastante tiempo ver si esta actitud recuperará el valor perdido, ya que BP está al borde de convertirse en una empresa muy distinta. Elevó las realizaciones de activos determinados de 10.000 millones a 30.000 millones, incluso la venta que se hizo la semana pasada por 7000 millones a Apache, que constituyó el 2% de las reservas de BP. Esta BP más delgada podría tener muchas siluetas, incluso dividendos menos generosos cuando reanude los pagos en el cuarto trimestre, si es que lo hace. Los inversores están a punto de saber con exactitud qué tan distinta es la nueva BP de la anterior.

Traducción: María Eugenia García Mauro

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