Artilugios, pins y camisetas en el frenesí electoral británico

Por María José Giovo

Es tiempo de descuento para los candidatos que participan en los comicios más atípicos que se hayan realizado en Gran Bretaña. A horas de conocer al nuevo ministro británico, aún hay un tercio del electorado que no sabe a quien votará. Por lo que el comité del conservador David Cameron, el liberal demócrata Nick Clegg y el actual Premier del partido laborista Gordon Brown, no le dieron respiro a su comité de trabajo. La misión: captar a los indecisos a cualquier precio.
Por ejemplo, Laura Sandys, diputada de los tories, eligió el footing para repartir folletos, pins y camisetas con el logo estampado de su partido. Junto a 20 voluntarios tocó puerta por puerta en un pueblito cercano del canal de La Mancha para mostrar por última vez la propuesta conservadora.
En el caso de Nick Clegg, el joven que se convirtió en una sorpresa de último momento, eligió un modo menos conservador aún para atrapar la atención del electorado: el “Battle Bus u “: Omnibus de Combate . Un micro que por su color amarillo despampanante se asemeja al submarino Beatle. Desde allí, Clegg paseó por las calles de Londres con su equipo de trabajo y en cada parada les comentó a los británicos sobre la necesidad de un cambio y la urgencia de una reforma económica.
Brown, por su parte, apeló a la intervención del ex primer ministro Tony Blair quien salió en auxilio de su partido, lo cual lo ayudó a repuntar en las encuestas. Desde su bunker, el laborista afirmó hasta último momento que no pierde las esperanzas.
Ahora los candidatos ingresan en el tiempo de la espera. En solo cuestión de horas sabrán si sus instrumentos marketineros surtieron efecto en ese porcentaje de dudosos que conquista el mapa político británico.

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