Preparativos para la guerra comercial: las 60 empresas más grandes del mundo baten récords de liquidez

Muchas son tecnológicas y supieron aprovechar la reforma impositiva de Donald Trump, pero también mantienen políticas de bajo endeudamiento y poca distribución de utilidades.

Si Tita Merello viviera, no le haría falta cantar "¿Dónde hay un mango, viejo Gómez? Los han limpiao con piedra pómez", porque solo tendría que girar la vista hacia las 60 empresas más grandes del mundo para comprender que buena parte del efectivo está entre sus manos.

En momentos en que la Argentina discute (otra vez) con desesperación cómo evitar que las magras reservas internacionales del Banco Central no se derritan como hielo al sol, las compañías de este top 60 poseen liquidez suficiente para evitar corridas cambiarias domésticas de aquí hasta la eternidad.

Google, a través de su compañía principal, Alphabet, hoy cuenta en sus arcas u$s 117.000 millones, casi el doble que las reservas actuales del BCRA. Y Apple, que durante una década lideró el ranking de las empresas mundiales con mayor liquidez, ahora le pisa los talones con u$s 102.000 millones.

La situación no es novedosa y, en realidad, se viene dando desde que pasó lo peor de la crisis subprime, hace más de una década. Porque entre las 60 compañías con mayor capitalización bursátil del mundo, solo ocho están endeudadas en niveles superiores al 20% de su valor de mercado. En el otro extremo, hay diez con superávit, mientras que el resto oscila en niveles de deuda de entre el 0% y el 20% de su capitalización.

MONTAÑAS DE DINERO

Muchas de estas empresas con exorbitantes niveles de liquidez son tecnológicas, lo que no debería sorprender porque las mayores capitalizaciones bursátiles están en ese sector. De hecho, este selecto club está formado por Alphabet, Apple, Microsoft, Facebook y Amazon (algunos incluyen también a Netflix), todos monstruos que supieron aprovechar los incentivos fiscales del gobierno de Donald Trump, pero también por mantener una estrategia de bajo nivel de distribución de utilidades y poco endeudamiento.

Por ejemplo, Google no distribuye beneficios y no recompra de acciones, lo que significa que toda la rentabilidad obtenida se destina a incrementar la liquidez o para ser invertida en proyectos de crecimiento interno o externo, que a su vez generan más ingresos significativos.

Apple, en cambio, tuvo que modificar su política de distribución de utilidades hace algunos años atrás, presionado por uno de sus mayores inversores, Carl Icahn, quien logró forzar a la empresa a aumentar los pagos a los accionistas. Si a fines de 2017 la compañía fundada por Steve Jobs había acumulado u$s 163.000 millones, desde entonces ha ido reduciendo sus tenencias de efectivo, aunque siempre en niveles estratosféricos.

A pesar de ello, la política de Google tiene varios críticos. "En general, sus intentos por reinvertir en proyectos propios no están funcionando. Desearía que redistribuyeran más dinero a los accionistas y gastaran menos", fue la opinión de Walter Price, analista de Allianz Global Investors.

LA BIENVENIDA REFORMA

Además, el gobierno de Donald Trump no ha hecho demasiado para desincentivar la acumulación de liquidez por parte de las mayores empresas, sino más bien todo lo contrario. Porque con su paquete de reforma impositiva aprobado a fines de 2017, que permitió reducir del 35% al 15,5% los gravámenes a las ganancias corporativas en EE.UU., la repatriación de las ganancias obtenidas en el extranjero se volvió mucho más sencilla.

El tema es que, si el gobierno estadounidense aspiraba a que las compañías invirtieran esas montañas de dinero en proyecto en el país, la realidad mostró que muchas de ellas prefirieron sentarse sobre la liquidez y esperar un poco a ver cómo seguían las cosas.

Porque a nadie escapa que la guerra comercial entre EE.UU. y China tiene bastante preocupadas a las compañías más grandes, muy sensibles a las turbulencias que se pudieran originar entre ambos mercados.

Para las tecnológicas, el conflicto con China es devastador, puesto que la producción está deslocalizada en gran parte en ese país. De ahí que hoy prefieran mantenerse líquidas a ver cómo evoluciona el conflicto comercial. "El efectivo constituye una ventaja estratégica, particularmente en un contexto donde el futuro luce incierto", afirmó Price. En ese sentido, quienes hacen escuela son Google, Facebook, Microsoft, Cisco y Oracle, cuya liquidez representa más del 40% de sus activos. "En este sector, la situación puede modificarse muy rápido y poner a todos en problemas", agregó el especialista.

A LA CAZA DE OPORTUNIDADES

Sin embargo, poseer tanta liquidez también tiene sus enormes ventajas. Porque en momentos turbulentos siempre pueden surgir oportunidades para aumentar la participación en el mercado, a través de adquisiciones de compañías competidoras o en sectores de actividad estratégicos para el futuro crecimiento.

En ese sentido, muchos miembros de este top 60 están bien preparados para ingresar al mercado de M&A en cualquier momento. Por eso, como en la vida, acá también "billetera mata galán", e incluso una "papusa" como Tita Merello tal vez no resistiría a los encantos de una de estas compañías.

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