Por qué la Argentina y la deuda siempre van de la mano (aunque debamos menos que muchos otros)

Peronistas o liberales, da igual quién ocupe la Casa Rosada, uno de los ejes en torno al cual siempre parece girar la política nacional es la deuda: el pago de la deuda, el repudio de la deuda, la ampliación de la deuda mediante nuevos préstamos… pero ¿desde cuándo estamos así? ¿Cuáles son los países con mayor deuda y por qué no es su situación omnipresente en la prensa económica?

La deuda es necesaria para estados y para individuos, ya que normalmente no es posible disponer del capital necesario para hacer frente a todas las obligaciones, ya sea el pago de la hipoteca en los individuos o los diferentes subsidios y prestaciones que cubren los estados modernos. Pero cuando la deuda es demasiado grande, los intereses derivados de la misma pueden amenazar con ahogar la economía nacional, llegando incluso a convertirse en el capítulo de gasto más importante de un gobierno. En plena visita del FMI, y confiando en la buena voluntad expresada por el organismo respecto a su colaboración con el gobierno argentino, vale la pena poner en contexto nuestra situación, y hacer un pequeño repaso de como se ha llegado hasta aquí.

La deuda en América

Aunque cuando oímos deuda y América inmediatamente viene a la mente el nombre de nuestro país, no somos ni mucho menos los líderes de esta triste competición, ni en términos absolutos ni en términos porcentuales, ya que países con economías tan diversas como EE.UU., Jamaica, o el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, tienen un mayor porcentaje de deuda sobre el PIB que Argentina, y desde luego EE.UU. tiene una deuda monstruosa en términos absolutos, a comienzos del 2020 superaba los 23 billones (trillones anglosajones) de dólares.

El problema de la deuda argentina, por lo tanto, no es su volumen, ni lo grande que es con respecto a nuestro PIB (en la eurozona no es raro que la deuda sea de más del 100% del PIB), sino las dificultades que el gobierno tiene para pagar los compromisos adquiridos con sus deudores, lo que ha hecho que a lo largo de la breve historia de nuestra república se haya incurrido en varias ocasiones en suspensión de pagos, algo que aterroriza a los que prestan su dinero esperando recuperarlo con algún beneficio.

Todo ello a pesar de que el gobierno tiene la potestad de tomar el dinero de los ciudadanos vía impuestos, facultad nada desdeñable, como el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto a los Bienes Personales o el Impuesto Cedular a la Renta Financiera. Este último grava el beneficio obtenido en operaciones financieras, como el trading, actividad de la que probablemente hayamos oído hablar, a pesar de requerir un nivel de profesionalidad considerable para obtener réditos.

La importancia de la información, el conocimiento es nuestro bien más valioso

Si vamos a dedicar parte de nuestro dinero y de nuestro tiempo a invertir o al trading, es fundamental contar con información actualizada.

Utilizando Metatrader o plataformas similares podemos obtener los datos y herramientas necesarias para realizar un análisis de la situación actual, además, cuenta con funciones como:

  • Señales comerciales: con esta herramienta podremos replicar las operaciones de otros traders. Últimamente esta opción es una de las más publicitadas por los brokers, ya que es una forma cómoda de operar para el trader sin experiencia. Aun así, debe usarse con prudencia y contando con que algunos proveedores de señales importantes no suelen dejar correr demasiado sus pérdidas y tratan de aprovechar grandes movimientos para obtener beneficios. Esto se traduce en muchas pequeñas pérdidas que, si no disponemos de la paciencia necesaria, puede desilusionarnos y hacer que dejemos de seguir esta estrategia al dar la impresión de que solo perdemos y perdemos. Esta opción es más adecuada para quienes prefieren dejar la responsabilidad de decidir en otros traders.
  • Mercado: en el mercado podremos alquilar un asesor, comprar aplicaciones o adquirir robots, programas que ante ciertos estímulos y señales actuaran de forma automática. Los robots analizan de forma más rápida que cualquier humano muchísima información y toman decisiones en base a dichos análisis, pero al igual que cuando decidimos replicar las operaciones de otros traders, es necesario meditar si preferimos asumir nuestras propias decisiones, o si preferimos delegar esa responsabilidad.

Además, podremos descargar la app de nuestro broker en el smartphone, herramienta fundamental para el inversor.

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