Palabra sagrada: Francisco, el CEO ejemplar que habla de negocios, economía y finanzas

La prestigiosa revista financiera lo pone al Papa Francisco en su tapa y lo menciona como uno de los mayores líderes globales del momento que la comunidad de negocios debe escuchar. La publicación mundialmente conocida destaca toda la gestión que ha llevado adelante en el banco del Vaticano y su metódica labor para llevar transparencia a todos los rincones de la enorme estructura financiera que mueve al Vaticano, las Diócesis, y las distintas órdenes y congregaciones

El papa Francisco no sólo es el líder espiritual de 1.200 millones de personas en todo el mundo. Es además, uno de los pontífices más populares que haya pisado la tierra. Este argentino, hincha del San Lorenzo campeón dos atributos que suelen acompañarlo cuando se lo menciona por estas latitudes parece reunir muchos otros que son menos mencionados pero no por ello pasan inadvertidos en el resto del planeta.
En plena fase de debate sobre la economía, las finanzas y sus objetivos ulteriores y cuando todavía está caliente la crisis subprime que implicó la caída de las economías más débiles de Europa, el Papa Francisco acaba de llegar a la tapa de la Revista Fortune, todo un credo icónico de la religión más extendida en el mundo: la del dinero.
Líder de elite, gran reformista, son muchos los calificativos que utiliza un extenso artículo de Fortune para alabar la labor que ha encarado el Papa ni bien asumido su pontificado. Pero mayor énfasis aún pone la publicación en sus dates de administrador.
Es entonces a la demonizada casta de empresarios, banqueros, financistas, agentes de bolsa, de Wall Street, de la City londinense, de Hong Kong a quienes se dirige Francisco como ejemplo a seguir.
Pero como obras son amores y no buenas razones, el dato que toma relieve es la gesta que ha emprendido el Pontífice con el Banco del Vaticano. El nuevo Papa quiere hablar de dinero, dicen que dejó trascender Francisco ni bien llegó a Roma. Lo secundaron siete de los principales financistas de todo el mundo, mentes preclaras que brillaban en el sector privado y que el Papa convirtió en sus banqueros, funcionarios cuya misión sería aportarle transparencia a las cuentas opacas por las que circulaban miles de millones de euros sin un control demasiado formal.
Con una visión pragmática del dinero, el Papa Francisco también suma un grado de complejidad que ha dejado pasmada a buena parte de la comunidad financiera internacional. Francisco enseña: El dinero es útil para conseguir determinadas cosas que pueden ayudar a la humanidad. Pero cuando tu corazón queda atrapado en él, te destruye.
Es sabido que el Pontífice no se encarga de resultados, balances ni cashflows. Eso se lo deja a los expertos. Es más: ni bien asumido su pontificado, mandó llamar a los siete financistas más destacados que él conocía alrededor del mundo. Arreglen esto, dicen que les dijo, refiriéndose a las cuentas del Vaticano.
KPMG, Ernst & Young, Deloitte son algunas entre muchas empresas que hoy trabajan para estandarizar los controles y aportarle mayor grado de control a la entidad financiera vaticana.
Su fuerte es el liderazgo, señala Fortune. Como cualquier otro CEO, él sabe que la cultura de una organización se establece desde la cima. Y él siempre está listo. Se nutre de cinco o seis fuentes informativas en cada tema. Cada orden que da, es posteriormente corroborada en su cumplimiento, sostiene Shawn Tully, autora de la nota de Fortune.
A la hora de los objetivos, parece que el Papa ha sido claro: Hagamos que el dinero llegue a los más pobres, dicen que les dijo a sus colaboradores financieros en el Vaticano. Que así sea.

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