Nacen los Patacones "made in Italy" para sobrellevar la crisis financiera del país

Es famosa la cita de Carlos Marx que da inicio a su obra "El 18 Brumario de Luis Bonaparte": "Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa". Si la emisión de los tristemente célebres patacones fue una tragedia que vivieron los bonaerenses por la crisis de la Convertibilidad, que se hable nuevamente de la emisión de una cuasimoneda similar, en el país que dio al mundo la "Commedia dell'Arte", es, sin dudas, una verdadera farsa.

Sin embargo, la realidad indica que el gobierno italiano, que dirige el presidente del Consejo de Ministros Giuseppe Conte, pero cuyo verdadero hombre fuerte es el Vicepresidente Matteo Salvini, está evaluando seriamente la creación de los "mini-BOT", un bono de cancelación de deuda que recuerda en muchos aspectos a los patacones bonaerenses, a los Lecor cordobeses, los Bocade tucumanos, y tantos otros. El Parlamento peninsular ya dio su aprobación unánime para avanzar con la idea del economista Claudio Borghi, asesor de Salvini.

En Italia existen desde hace tiempo los BOT ("Buoni Ordinari del Tesoro"), y que son los clásicos bonos soberanos de cualquier país. Pero ahora la idea es emitir títulos públicos sin respaldo de baja denominación, de entre 5 y 100 euros, para cancelar las deudas que contrajo el Estado con sus proveedores y empleados (Italia tiene la mayor deuda con proveedores públicos de la Unión Europea, de unos 53.000 millones de euros, casi el 3% del PIB). El objetivo, además, es que quienes reciban estos bonos sin intereses ni vencimiento, los puedan utilizar en sus pagos cotidianos, e incluso para cancelar impuestos. Solo faltaría la cara de Dardo Rocha para completar el combo.

Una deuda impagable

¿Por qué un país como Italia, que es una potencia económica y que forma parte del G-7, estaría dispuesto a renegar de su moneda, el euro, que es una de las más valoradas a nivel mundial, y crear su propia cuasimoneda? La explicación tiene que ser buscada por el lado del desorden financiero crónico de su Estado, otro aspecto que se asemeja a la Argentina.

Desde hace mucho tiempo que Italia gasta más de lo que puede, lo que la llevó a contar con uno de los niveles de endeudamiento más altos del mundo. La Comisión Europea (CE) estima que la deuda italiana va a alcanzar el 135% del PIB en 2020: una bola de nieve inmanejable. Por eso los bonos peninsulares pagan hoy tasas de interés superiores a los de Grecia, y la CE está a punto de multar al gobierno por no tomar medidas para controlar el déficit fiscal, que llegó al 2,1% del PIB en 2018.

El problema es que, en cuanto se aplique el castigo de las instituciones europeas, a Conte y Salvini no les quedará otra alternativa que bajar el gasto público o aumentar los impuestos para financiarlo, dos medidas extremadamente impopulares para dos políticos que se declaran abiertamente populistas.

Por eso surgió la idea de emular nuestros patacones y esquivar con este truco contable las restricciones presupuestarias que quiere imponer la CE. Pero las autoridades europeas ya anticiparon la jugada y no quieren por nada del mundo que el minibono anunciado salga a la cancha.

Cerca de la ilegalidad

Mario Draghi, actual presidente del Banco Central Europeo (BCE), y ex titular del Banco de Italia, fue de los que mostró su rechazo a los Mini-BOT con mayor énfasis: "O bien son dinero, y entonces son ilegales, o bien son deuda, y entonces el monto total de la deuda crecería. No creo que haya una tercera posibilidad", explicó sin vueltas en una entrevista.

Es que en la zona euro solo el BCE tiene la potestad de emitir dinero circulante, de ahí la severa advertencia del funcionario monetario. Italia se está parando en el precipicio de la ilegalidad, lo que en cierta forma es buscado por el partido de Salvini, muy crítico de las instituciones comunitarias y partidario de seguir los pasos del Brexit.

La jugada de las autoridades es ganar la pulseada contra la CE y forzar, bajo la amenaza de emitir esta cuasimoneda y de retirarse de la zona euro, que se le permita aumentar el techo de endeudamiento sin sufrir las consecuencias.

De todas maneras, dentro del gobierno italiano no existe la unanimidad con respecto a esta medida. El ministro de Economía Giovanni Tria está completamente en desacuerdo con ella, considerándola "ilegal e inútil. Los mini-BOT violarían las reglas de la moneda europea o se sumarían a la enorme deuda pública del país", advirtió, una postura que es compartida por Ignazio Visco, gobernador del banco central peninsular ("Son pequeños, pero igual son deuda") y Vincenzo Boccia, presidente de la patronal italiana ("El país no puede endeudarse más, salvo para realizar inversiones"). Si Marx viviera, se estaría haciendo un festín con la política italiana.

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