Los que veían un crash fallaron: Wall Street amaga pero no se pincha
El mercado americano se encuentra dentro de un extenso bull-market. Muchos han intentado anticipar un crash como el del 2008. O un ajuste como el del 2011. Pero sigue en máximos
Venimos de ver máximos históricos en los principales índices americanos. Desde hace años que el mercado accionario de Estados Unidos se encuentra dentro de un extenso bull-market y muchos son los analistas que han intentado ponerle el pecho al mercado y anticipar un crash similar al que vimos en 2008, o quizá menos pesimista, como el ajuste profundo que hizo la plaza bursátil americana en el año 2011.
Con el diario del lunes se puede ver que tales proyecciones fueron equivocadas y que probablemente las estrategias a nivel operativo en sus portafolios probablemente terminaron golpeadas con pérdidas.
En cada ajuste intermedio del mercado se especulaba con el inicio de un bear-market (mercado con tendencia bajista de largo plazo), ya sea los problemas económicos de los países de Europa como los PIGS, luego Grecia, luego las guerras en Siria o conflictos con el ISIS.
La crisis alrededor de bancos europeos fue otros de los argumentos bajistas que sirvieron para explicar los recortes intermedios del mercado así como los problemas en los emergentes, China, la caída del petróleo, la recesión en EEUU, etc. El más reciente de todos los argumentos mencionados quizá sea el Brexit y dicho sea de paso, luego del Brexit, el índice Dow Jones subió un 7.5% hasta los valores actuales.
A su vez, en el medio hemos tenido las primarias de candidatos presidenciales en EEUU, en un contexto en el que ninguno se muestra como un referente de la política capaz de mostrar un liderazgo ni en su partido ni a nivel nacional. Los argumentos en los cuales han colocado a Donad Trump como candidato a presidente por el partido republicano son un claro ejemplo del descontento que vive la sociedad a nivel económico y social.
Mientras el humor en la sociedad en EEUU no alcance un optimismo generalizado como en el 2007, cuando los americanos se apalancaban comprando casas, probablemente sigamos viendo en los próximos meses ajustes intermedios con probabilidades de inicio de bear-market y que luego quedan erosionados con nuevas subas como la actual, que logra ubicar a los precios nuevamente en máximos históricos.
El error de los últimos tiempos de la mayoría de los analistas que anticiparon un crash es que no han sabido analizar la psicología social y su relación con el mercado bursátil. Los mercados hacen techo con un humor social exultante, lleno de optimismo y euforia. Los gobernantes gozarán de un nivel de aceptación social elevada y las proyecciones de crecimiento económico futuro serán aún más optimistas de cara a los próximos años. Nada de eso está pasando en la actualidad.
A su vez, en un contexto en el cual Donald Trump gana la candidatura para el partido republicano con comentarios separatistas y xenófobos, la permanencia del debate sobre la crisis económica en EEUU y las chances de una recesión en dicho país que ha venido transitando las mesas de dinero de los principales bancos internacionales, son argumentos que alejan las chances de ver euforia en la sociedad y disminuyen la probabilidad de ver un techo de largo plazo en Wall Street como el evidenciado en 2007.
Yendo más a la parte operativa, es difícil comprar acciones que se encuentran haciendo máximos y lo interesante será analizar qué sector se encuentra desarbitrado respecto del Dow Jones o el S&P500 o qué acciones se encuentran desarbitradas respecto del índice tecnológico Nasdaq.
Es importante alertar que se vienen meses con elevada volatilidad y que el mercado comienza a transitar los meses en los cuales las bajas tienden a tomar un protagonismo mayor aunque consideramos que dichas debilidades podrán ser entendidas como una oportunidad de compra en el armado de una cartera de mediano plazo.
El hecho de que el mercado se ubique en nuevos máximos genera que mayor cantidad de participantes se torne más cauteloso ya que mira todo el recorrido que han tenido los índices bursátiles americanos y ven que la suba es hasta en cierta forma exagerada.
Lo que le falta al mercado para que podamos pensar en un techo de mediano plazo es que la euforia bursátil se traslade a la sociedad y a la economía. Que el bull-market bursátil cruce Wall Street y vaya a Main Street y recién en ese contexto podremos pensar en un momento de inflexión más importante para Wall Street. Mientras tanto, probablemente sigan siendo ajustes intermedios que pueden demorar su tiempo pero que probablemente no afecten a la tendencia alcista de largo plazo .