Las tasas de las tarjetas no bancarias bajarán más de 50%

Según cálculos oficiales, a partir de las medidas presentadas esta semana, los plásticos de financieras no bancarias verán una fuerte reducción de las tasas máximas que pueden cobrar.

Las tarjetas de crédito de entidades no financieras apuntan a un público que suele no estar bancarizado y que coincide con los sectores más vulnerables de la sociedad. Por la decisión del miércoles pasado del Directorio del Banco Central (BCRA), estas empresas de plástico deberán recortar las tasas que actualmente cobran por financiar los resúmenes en, por lo menos, 40 puntos porcentuales.

Esta cifra surge del nuevo cálculo que impulsó la autoridad monetaria. Por medio de las Comunicaciones A 6911 y 6912, el BCRA dispuso dejar sin efecto decisiones de la gestión anterior que modificaban la base de cálculo de la tasa y la elevaban considerablemente. Durante el macrismo, para establecer el tope se tomaba el promedio de las tasas de las entidades bancarias y no financieras. Y debido a la dispersión de estos porcentajes, la cifra era muy alta.

Ahora se estableció que para este promedio sólo se van a considerar las tasas que cobran los bancos. Fuentes del BCRA calcularon que, con los proveedores no financieros el promedio daba hasta ahora 101% anual. Con la nueva base de cálculo, este promedio bajaría hasta 69%. Además, el Banco Central aclaró que la tasa máxima no podrá superar el 25% de lo que se cobra por préstamos personales.

Esto podría significar un alivio al bolsillo de las familias que no llegaban a pagar el total del resumen de la tarjeta y sólo cancelaban el pago mínimo. De hecho, las cámaras empresarias salieron a respaldar las medidas del BCRA y la iniciativa del oficialismo de poner un tope a las tasas de los plásticos, sin diferenciar si estos son emitidos por bancos o comercios.

En un comunicado, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) le había reclamado previamente al Gobierno que se avance en la "reducción de plazos de acreditación para los comercios, cobro de aranceles sobre el precio de venta sin IVA ni intereses, límites a la aplicación de tasas de interés, incorporación de negocios de proximidad a la tarjeta alimentaria", entre otras medidas para reactivar el consumo.

La otra cara de esta moneda son las quejas de las emisoras de estos plásticos no bancarios, que ya vienen complicadas luego de meses de caída de consumo.

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