MOODYS LE BAJÓ LA CALIFICACIÓN Y LA ACCIÓN CAYÓ M S DE 8%

Las deudas en dólares de YPF la complicarían de aquí en más

La calificadora dice que las necesidades en moneda extranjera para atender vencimientos de podría generar una reestructuración forzosa. Deuda llega a u$s 3.000 millones

Los papeles de YPF volvieron a derrumbarse ayer tanto en Buenos Aires como en Nueva York. Aquí la acción cayó 8,24% hasta los $ 67,90 mientras que en Wall Street cedió 7,82% para cerrar en u$s 10,25. El derrape de la petrolera en los mercados a niveles mínimos históricos se explica por la advertencia que lanzó la calificadora de riesgo, Moodys. En un duro informe, la agencia dice que hay riesgos a una reestructuración de la deuda de YPF y alerta por la necesidad de dólares que tiene la compañía. En concreto redujo la nota en escala global, moneda local de YPF a Caa1 desde B3 y la calificación en escala nacional a Ba1.ar desde Baa3.ar. La perspectiva de calificación es estable.

La baja en la calificación refleja el riesgo de liquidez ante una aceleración de la deuda de corto plazo de YPF y el desafío recurrente para cumplir con sus obligaciones de pago de deuda de corto plazo a medida que se producen sus vencimientos. Moodys considera que YPF tiene elevadas necesidades de moneda extranjera para atender sus vencimientos de deuda que incrementan el riesgo de reestructuración de deuda, lo que podría resultar en pérdidas para sus acreedores y generar una reestructuración forzada, afirma.

La preocupación aparece debido a que la deuda de YPF tiene una cláusula para acelerar los pagos en caso de un cambio de control accionarios. Como esto sucedió al expropiarse la compañía, los inversores pueden pedir el repago de sus deudas en forma anticipada. El monto en juego asciende a u$s 1.600 millones sobre un pasivo total de casi u$s 3.000 millones.

A menos que la compañía reciba waivers formales de sus acreedores, un cambio de control y/o nacionalización podría considerarse como un evento de incumplimiento bajo ciertos acuerdos de deuda de YPF, dando origen a derechos de aceleración. Adicionalmente, se podría acelerar el pago de toda la deuda de YPF en caso de que la deuda con las cláusulas de cambio de control o de nacionalización incurra en un incumplimiento o sea acelerada, agrega Moodys.

Lo cierto que YPF no tuvo aún ningún pedido para acelerar los pagos de deuda. De todas formas, la necesidad de dólares para hacer frente a la deuda choca con los ambiciosos planes de inversión. Miguel Galuccio indicó que la inversión requerida este año es de u$s 3.500 millones y de u$s 7.000 millones entre 2013-2017. ¿De dónde saldrán esos dólares? Galuccio dijo que mayoritariamente de flujo propio. La emisión de un bono está descartada por ahora. Las tasas por el techo hacen inviable cualquier colocación de bonos.

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