La política monetaria de la Fed beneficia a bonos locales de mediano plazo

El informe de empleo de julio sorprendió al mercado y permitió que el desempleo alcance el 4,3% y se ubique en mínimos de 16 años. Este si bien es un dato positivo, para la Fed podría no serlo ya que estaría indicando que se está recalentando el mercado de trabajo y que ello podría recalentar luego a la economía, pero resulta que no es el caso. Lo que ve y le preocupa actualmente a la Fed es el hecho de que la inflación sigue sin tomar el impulso que se plantea como objetivo y por lo tanto, su política de tasa de interés resultará inamovible en los próximos meses, al menos lo que resta hasta 2017. Por ello es probable que los informes de empleo en los próximos meses tomen un segundo plano en los factores desencadenantes críticos de la política monetaria de la Fed, siendo  la inflación (o la falta de ella) la clave de toda la situación macroeconómica actual en EEUU.

Actualmente, y ya con los datos de empleo en la mesa, las probabilidades de suba para las próximas dos reuniones se mantienen en niveles bajos, debajo del 9% y recién se esperaría un nuevo hike en la última reunión del año, en diciembre de 2018.

La mejora en el nivel de empleo no está generando una inflación salarial y por ello es que la política de la Fed se mantendrá inalterada. Es cierto que el nivel de inflación salarial es más alto que la medida de la inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, de sólo 1,5 por ciento en el segundo trimestre, pero es muy bajo para un mercado de trabajo que parece caliente. En parte se explica por la participación laboral en EEUU que se mantiene en niveles bajos.  La participación anual en la fuerza de trabajo alcanzó el 62,7% en 2015, lo que representa la tasa anual más baja desde 1977. En 2016, a pesar de las ganancias en el empleo y la caída del desempleo, la tasa media anual de participación laboral se elevó a sólo 62,8 % y esa marca sigue siendo el nivel más bajo desde 1977. En el último informe sobre el empleo, la tasa de participación fue del 62,9%. En otras palabras, incluso con el crecimiento del empleo hay pocas señales de un resurgimiento de la participación en la fuerza de trabajo lo que permite entender que en la actualidad hay más gente fuera del ámbito laboral de lo que ha habido en 40 años.

Con lo cual, este escenario nos permite ver el bosque y hacer un análisis de largo plazo, entendiendo en que la suba de tasas será más bien gradual y le dará aire y tiempo a los emergentes para acomodarse al nuevo escenario de suba de tasas justamente porque  la inflación salarial y la inflación core no parece repuntar. Por ello la Fed ha determinado que el ciclo de suba de tasas continuará siendo más bien moderada y tales argumentos le da un atractivo adicional no solo a los bonos emergentes en general, sino también a los bonos argentinos en particular, en un mundo de rendimientos de bonos que permanecen históricamente bajas.

Los inversores han tomado nota del actual escenario y por ello es que los ETF de bonos soberanos y corporativos tanto en dólares como en moneda local de emergentes han recibido casi persistentemente  desde comienzo de año. El ETF más conocido de bonos emergentes en dólares acumula ingresos netos desde comienzo de año de U$D 3600 millones.

El hecho de que la Fed decida continuar con el proceso de suba de tasas de manera pausada le da potencial a los bonos emergentes y a los bonos locales en particular ya que le quita cierta volatilidad a la 10Y y evita que se den disparadas en el rendimiento a 10 años del tesoro americano, el cual es un factor de riesgo para los bonos argentinos.  Con lo cual, de generar una suba de tasas pausadas de la Fed, la 10Y debería acompañar de forma similar dicho proceso de suba de tasas y le daría aire para que las economías emergentes se vayan acomodando al nuevo contexto de tightening. A su vez, a nivel  político, la clave pasara por el lado electoral en esta semana y luego en octubre ya que de obtener un buen resultado en las elecciones, las chances de consolidar el proceso de cambio tendrán mayores chances de que se puedan materializar y se reflotará el debate a ingreso a emergentes, dándole una nueva oleada de especulación alcista para los activos de renta fija local para una visión de mediano y largo plazo.

De todos modos, es importante alertar cuales son los riesgos que enfrentan al menos en las próximas semanas y es el hecho de que un riesgo correctivo en el SP500 parece elevado y ello podría imprimir mayor volatilidad en los activos de riesgo emergentes así como los bonos y acciones locales. Las elecciones están semana y en octubre también generaran mayor nerviosismo en los inversores.

En concreto, el escenario de tasas mundial sigue ayudando a la argentina y a los emergentes aunque existen ciertos vientos de frente que pondrán a prueba en el corto plazo los activos locales y los respectivos portafolios de los inversores.

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