La caída de los bonos no se debe a las apuestas bajistas de Wall Street

La fuerte turbulencia local generó un debate en cuanto a que Wall Street estaba "shorteando Argentina", es decir, especulando para ganar con mayores bajas

Los bonos argentinos han estado bajo presión a lo largo de 2018, con una caída promedio del 25% en la curva soberana en dólares que la llevó a generar un desplazamiento hacia arriba, marcando tasas del 6% en la parte corta, 8% en la parte media y más del 9,5% en la parte larga.

En los mercados financieros se puede apostar a la suba de un activo financiero determinado y también a la baja. A esta última estrategia se la conoce en la jerga del mercado como "shortear" un activo financiero, buscando que el mismo caiga de valor y por ende, quien lleve adelante dicha operatoria, ganará cuando el instrumento caiga.

La fuerte turbulencia de los bonos y acciones argentinas ha generado un debate entre los analistas y operadores al afirmar que los inversores en Wall Street han estado "shorteando Argentina" producto de la falta de confianza en las políticas del gobierno y de falta de resultados económicos. El Cronista, en conversación con especialistas del mercado local y directores de Fondos de Inversión en Argentina, confirman que ese proceso no se está dando.

Ariel Barroso, International Senior Sales Trader de Banco Mariva, considera que el hecho de que se diga que los activos locales estén sufriendo una especulación bajista no tiene sentido dado que dicha estrategia mediante los Argentina resulta muy caro. "La explicación la veo más en el desarme de posiciones que han estado haciendo Hedge Funds internacionales debido a rescates en todo el segmento de mercados emergentes. En el caso de Argentina, dicho proceso se acentuó aún más por la falta de confianza y una depreciación de la moneda en el último mes del orden del 14%".

Barroso señala que tanto Argentina como Brasil fueron los de peor performance en la Región en el mercado de acciones. "En resumen, el desarme ha sido general en mercados emergentes y Argentina ha sufrido mucho más la volatilidad que otros países de la Región. Veremos si en los próximos meses la salida de fondos de mercados emergentes cede de forma que tal que contribuya a ir recobrando confianza en los bonos argentinos".

Gastón Moltrasio, Head Portfolio Manager de Southern Trust, resalta que Argentina tiene una participación de aproximadamente el 4% en el índice de bonos de mercados emergentes EMBI elaborado por JPMorgan y recuerda que durante 2017 nuestro país fue favorito entre los gestores de cartera internacionales quienes en promedio mantuvieron una participación del 10% de sus portafolios en activos argentinos, atraídos por los buenos rendimientos y por una historia de cambio de rumbo y normalización, es decir que sobre-ponderaban la participación de sus carteras respecto del índice en un 6%.

Yendo al ultimo proceso correctivo, Moltrasio agrega que este año los vientos soplan distinto para los países emergentes. "La suba en la tasa de interés americana y la guerra comercial conducen a que estos mismos gestores adopten una posición más defensiva en sus carteras. Como Argentina presenta una alta dependencia a condiciones externas favorables por su alto déficit de cuenta corriente y un déficit fiscal financiado con deuda externa, resulta ser de los países más afectados cuando el entorno global se deteriora".

Por otro lado, el Head Portfolio Manager de Southern Trust destaca que "hay que sumarle también que, dada la cantidad de deuda externa colocada en los últimos años los activos argentinos gozan de una alta liquidez. En efecto, las emisiones de algunos bonos como el Argentina 2026 (AA26) y el Argentina 2021 (AA21) han sido tan grandes que dichos instrumentos se consolidan entre los bonos de mercados emergentes con mayor grado de liquidez. Tal atributo hace que los gestores de portafolio elijan estos títulos al momento que tienen que pagar rescates o asumir posiciones mas defensivas".

Como conclusión, Moltrasio considera que "a partir de todo el abanico de activos emergentes en los que invierten estos fondos el manager puede inclinarse por reducir créditos que a su entender pueden ser más débiles que Argentina, pero al momento de querer venderlos resulta que la liquidez que presentan en este entorno de altísima volatilidad puede ser muy baja, es decir no hay precios o los precios son ridículamente bajos, por ende deciden desprenderse bonos de Argentina como el AA26 o el AA21 porque precisamente es más fácil de vender que otros créditos. Creo que cuando algún analista de mercado comenta que Wall Street está especulando a la baja de Argentina está intentando hacer alusión a este proceso, por lo tanto no necesariamente implica que están apostando a que el país va hacia la debacle o el colapso".

Ignacio Boccardo, director de fondos de Industrial Asset Management (IAM), tiene una línea similar al resto de los analistas y destaca que en comunicación que han tenido desde IAM, tanto con Portfolios Managers de Real Money como Hedge Funds , el mercado se encuentra posicionado con una postura de sobre ponderación en activos argentinos de renta fija.

"Esta situación implica que vemos poco margen para que sigan incrementando su posicionamiento en activos locales, sobre todo considerando que el flujo hacia los emergentes está cada vez más acotado ante el escenario de suba de tasas en Estados Unidos y el fin del ciclo del dinero barato", apunta.

Boccardo destaca que, desde IAM no ven una gran cantidad de especulaciones bajistas hacia los bonos argentinos dado que, en términos de tasa contra bonos similares en la región, los bonos locales están cotizando en niveles atractivos. "Aún así creemos que, de mantenerse la alta volatilidad, es factible que algunos aprovechen las subas para reducir su posición y en todo caso, comprar más caro pero con un contexto más estable", cierra el director de fondos de IAM.

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