Italia y el riesgo que enfrenta la zona del euro tras la devastación del coronavirus

El país fue uno de los que más sufrió la pandemia, con una economía que ya venía muy golpeada y con un nivel de deuda pública demasiado alto para ser rescatado en caso de ataque especulativo

En Italia se suele decir que "Chi lascia la via vecchia per la nuova, sa quel che lascia, e non sa quel che trova" (Quien deja la ruta vieja por la nueva, sabe lo que deja, pero no sabe lo que encuentra). ¿Sabrán los italianos lo que pueden llegar a encontrar en caso de seguir los pasos del Reino Unido y abandonar la "ruta" de la zona euro?

Es que entre los analistas ha comenzado a crecer el temor de un "Italiexit", una salida del país de la eurozona, forzado por la severa crisis económica que padece el país, y que se profundizó de manera significativa durante la pandemia de coronavirus.

Ya todos saben en Europa que lo que les espera, ahora que comienzan a contar los daños causados por el Covid-19 (el "enemigo invisible", como lo bautizó el presidente italiano Sergio Mattarella), es una recesión muy severa. Más allá de que la misma pueda llegar a amortiguarse un poco gracias a las ayudas que brinden cada gobierno y el Banco Central Europeo (BCE).

Pero en el caso de Italia, su situación dentro de la zona euro de cara a la post-pandemia es francamente peor. Es que el país emerge de la cuarentena con una economía que no terminó aún de recuperarse del impacto de la crisis subprime que estalló en 2008, con un crecimiento económico demasiado bajo, una crisis bancaria que está latente desde hace más de una década, y un nivel de deuda pública alarmante, que ya alcanzó el 135% del PBI en 2019 y que se prevé superior al 150% para antes de fin de año.

Además, el panorama para Italia no luce despejado en los próximos meses en cuanto a la ayuda que ha venido recibiendo por parte de las instituciones comunitarias. En momentos en que el BCE tiene que lidiar con la amenaza de la Corte Suprema alemana, que empezó a objetar los paquetes de ayuda financiera distribuidos desde 2015, un posible freno a estos programas provocaría un terremoto en las finanzas itálicas.

A ello debe sumarse, además, que está descartada la opción de un rescate en caso de que el país sufriera más adelante un ataque especulativo como el que padecieron otros miembros de la zona euro.

En 2010, Grecia, Portugal e Irlanda tuvieron el "privilegio" de acceder a un programa de asistencia financiera de parte del BCE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea, lo que les permitió evitar la salida de la moneda común. Pero la principal diferencia radica en que Italia es demasiado grande para ser rescatada, de ahí que la alternativa del "Italiexit" sea contemplada por los analistas. Italia es la tercera economía de la zona euro, y además es casi tres veces más grande que estos países rescatados.

Por otra parte, el bajo crecimiento es otro problema que afecta seriamente a la recuperación italiana. Desde 2009, la economía crece a la mitad que el promedio de la zona euro. Esto se explica, en parte, porque durante la crisis anterior, Italia no logró aprobar la reforma laboral que sí se alcanzó en Irlanda, España y Portugal, afectando su competitividad. Además, el progresivo envejecimiento de su población reduce el mercado de trabajo.

MAYOR CRECIMIENTO

Un mayor crecimiento es fundamental para sostener el pago del servicio de la deuda y evitar el riesgo de default. En ese sentido, todos están pendientes de que el diferencial entre el rendimiento de los bonos italianos y los alemanes no se dispare (en marzo llegó al 3%).

Mientras tanto, el gobierno del primer ministro Giuseppe Conte apuesta todo a la aprobación del fondo de recuperación de la Unión Europea para ayudar a los países más afectados por la pandemia. Se habla de un monto total de 500.000 millones de euros, pero todavía es demasiado prematuro para saber si el porcentaje que le corresponderá a Italia alcanzará para su reactivación.

Frente a este panorama, no se descarta un escenario catástrofe como el de un ataque especulativo sobre los bonos italianos, si más adelante la economía no se recupera con la fuerza suficiente para salir de la recesión post Covid-19.

"Por supuesto, un riesgo de default de Italia siempre es posible en caso de un movimiento hostil de los mercados, de un bloqueo institucional en la Comisión Europea o de una pelea dentro del gobierno italiano", afirmó Paola Monperrus-Veroni, analista del banco Credit Agricole.

Sin embargo, el analista también agregó: "Pero cuidado de subestimar la capacidad de rebote de un país que sigue siendo la tercera economía de la zona euro".

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